Miércoles 15 de octubre de 2025, p. 23
Atenas. Grecia quedó paralizada ayer por una nueva huelga general en protesta contra la reforma impulsada por el gobierno que busca ampliar a la jornada laboral a 13 horas, en un intento por sortear los problemas económicos que atraviesa el país, en contra de las críticas de trabajadores y sindicatos.
La protesta sindical, la segunda en un mes, interrumpió los servicios públicos y municipales, así como los ferris y trenes. En Atenas, el transporte urbano funcionó con horario reducido; los vuelos no se vieron afectados.
Los sindicatos y la oposición de izquierda organizaron movilizaciones en la capital y otras ciudades para protestar contra un proyecto “digno de la Edad Media”, como corearon durante el primer paro general el pasado 1 de octubre. “El tiempo de trabajo no es una mercancía, ¡es nuestra vida!”, proclama un cartel en el centro de Atenas, con el lema: “¡No a las 13 horas!”.
La jornada de movilización tiene lugar la víspera de la votación del proyecto en el Parlamento, que prevé autorizar jornadas laborales de 13 horas para un sólo empleador, a cambio de una remuneración adicional. En la actualidad, dicha iniciativa existe pero sólo si un trabajador tiene dos o más empleadores. Los gremios y la oposición denunciaron que los empleados se arriesgarán a ser despedidos si se niegan a trabajar más horas.
En una carta enviada a la ministra la Confederación de Trabajadores Griegos, señalaron que muchos empleados no tendrán la posibilidad de negarse a laborar 13 horas “por el desequilibrio de poder entre el empleador y el empleado, agravado por la precariedad que prevalece en el mercado laboral”.
La jornada laboral semanal en Grecia es de 39.8 horas, superior a la media de los 27 países de la Unión Europea (35.8 horas), según Eurostat.
El país ya ha legalizado la semana laboral de seis días, especialmente durante la temporada alta en determinados sectores, como el turismo.