Tierra trabajada del EZLN es hoy embestida
Más atracos a la nación // Huachicol y factureras // Cherife Trump vs. cárteles
yer se cumplieron 35 años de la reunificación de Alemania, concretada tras el colapso de la Unión Soviética y la caída del Muro de Berlín. A siete lustros del inicio de dicho proceso, las contradicciones en el seno de la potencia europea dan eco a las voces críticas para las cuales más que de reunificación, cabe hablar de anexión por parte de la Alemania Federal.
Genocidio en Gaza e imperio trumpista
os adjetivos del instinto y razón científica declaran incompetencia del depredador Donald Trump, que ha llevado a la humanidad a todos sus límites con el genocidio en Gaza, Palestina. ¿Qué hay detrás?
n efecto: el 2 de octubre no se olvida
. Así se ha proclamado desde aquel doloroso miércoles del año 1968, hace ya casi seis décadas, y tal parece que es completamente cierto. Obviamente, la matanza de Tlatelolco
no fue la única agresión a la ciudadanía en ese dramático año, pero sí la más emblemática.
a única vez que vi a Andrés Manuel López Obrador durante su sexenio fue en las Islas Marías. Era el 16 de diciembre de 2022 y se inauguraba el centro cultural Muros de Agua. Se hizo de noche y se mencionó que Francisco J. Múgica y José Revueltas habían coincidido en esa cárcel durante medio año en 1932: uno como director y el otro como preso. Tratamos de imaginar qué se habrían dicho hasta que alguna voz en la oscuridad avisó que era hora de irnos al acto oficial. Ya en la madrugada, en un cuarto de un blanco implacable, sin señales de televisión, Internet o tan siquiera de humo, decidí retomar la imagen del general-constituyente y el menor de edad comunista jugando al ajedrez. En mi cabeza, Múgica lleva su chamarra café y su sombrero de paja, y Revueltas es un montón de ropa rasgada de la que surge su barba crecida. Están rodeados por los perros que hurgan entre las piedras a la orilla del mar.
ecuerdo con precisión aquel día de septiembre 1979. Bajé de la guagua (autobús) en Línea y Calle 12, para recoger a mi hija de seis años a la salida de la escuela primaria donde empezaba, la Manuel Valdés Rodríguez. Vi una gran columna de humo negro y me asusté, no podía ni siquiera pensar en que fuese la escuela la que ardía. Pero si lo era, corrí las tres cuadras que me separaban hasta llegar allí. Estaba todo el barrio; enseguida me contaron: No hay ningún niño quemado, hubo dos profesores que se volcaron a apagar el fuego, ya los llevaron al hospital, enseguida el CDR entró a apagar todo. Fue el cocinero el que prendió fuego a la cocina antes de la hora del almuerzo, ya confesó y dijo que le pagarían 20 mil dólares y lo sacarían del país; ya lo llevaron preso
. Mi hija estaba con Dorita, la vecina de arriba, que corrió enseguida a rescatarla. Los días siguientes, el barrio ayudó en la limpieza y reconstrucción. Habían pasado ya 19 años desde la fundación de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), pero seguía siendo imprescindible su función de vigilancia.
rno J. Mayer, el eminente historiador marxista estadunidense de origen judío-luxemburgués, en El arado y la espada (2008) −un relato antisionista de la historia de Israel−, advertía, entre otros, que la colonización sin fin de Palestina, la ocupación y la expansión de asentamientos ilegales estaban degradando al país y fomentando sus tendencias más extremistas. Sin un cambio radical, temía, Israel se iba a convertir inevitablemente en una especie de Esparta
, una entidad altamente militarizada, represiva (por dentro y hacia afuera) y aislada.
uizá haya trabajos más urgentes, pero pocos serán tan importantes como el de Cristina Cattaneo. Desde 2016, esta médica forense italiana trabaja para devolver el nombre a algunas de las más de 32 mil personas que, según la Organización Internacional para las Migraciones, han muerto en la última década intentando cruzar de sur a norte el mar Mediterráneo. ¿En qué radica la importancia de este trabajo?
esucitar a Porfirio Díaz, como metáfora política y como síntoma semiótico, es una de las operaciones más ridículas en el laboratorio ideológico de la burguesía vernácula. No se trata únicamente de la nostalgia de una oligarquía que venera a su viejo caudillo ni de un acto folclórico de revisionismo histórico para endulzar las memorias de un dictador que sometió a la nación la dictadura de la desigualdad. Se trata del prólogo para un experimento monstruoso por necio: la resurrección de un cadáver ideológico ultramaquillado, cosido con retazos de propaganda, hermoseado con la tecnología mediática y animado con descargas de manipulación simbólica. Es la moral de Frankenstein aplicada a la política de una clase social desesperada y experta en reciclar sus cadáveres ideológicos, presentado como si fuese una promesa de orden, modernidad y progreso.
n Querétaro, México, el gobierno estatal y federal parecen haber respondido esa pregunta: el agua es primero para las grandes tecnológicas, como Amazon, Microsoft Google y ahora CloudHQ. Después de que otras megaindustrias como la aeroespacial y automovilística han ido agotando los pozos de agua subterránea y acuíferos de la región, lo que queda lo dispondrán las titánides tecnológicas globales. Las mismas que controlan más de dos tercios de las nubes informáticas donde va a parar la gran mayoría de la información digital de las personas, instituciones educativas, de salud, gestión gubernamental y otras. Gran base para sus negocios, que incluyen el apoyo al genocidio en Palestina y el desarrollo de sistemas extremos de vigilancia de la población (https://shorturl.at/nGItb).
icen que las primeras impresiones son las que cuentan, y ésta no pudo ser mejor. Apenas sonó el primer compás del Huapango de la suite Caballos de vapor de Carlos Chávez, y fue perceptible la muy clara y muy precisa articulación de los alientos-madera. Más adelante, una refinada diferenciación de la paleta orquestal para permitir que destacaran sonidos que en otras versiones quedan ocultos; en este caso particular, por ejemplo, el de la marimba cuyo color es indispensable en la Sandunga de la misma obra. Y en lo general, un inteligente balance entre la sonoridad de una banda y la de una de una orquesta sinfónica, balance más que necesario en estas páginas de Chávez. Para decirlo de otra manera: una banda más civilizada
que las que suenan en las músicas orquestales de Silvestre Revueltas. Por cierto, percibí por primera vez (¡después de tantas audiciones!) pinceladas de orquestación muy similares a las que Chávez utilizó en su magnífica versión sinfónica a la Chacona en mi menor de Dietrich Buxtehude. Así inició el reciente concierto de la Orquesta Filarmónica de Jalisco en la sala Nezahualcóyotl, bajo la batuta siempre justa y siempre sorprendente de José Luis Castillo.