Tierra trabajada del EZLN es hoy embestida
na de las experiencias más notables del mundo de la autonomía y de la posibilidad de una vida anticapitalista, es sin duda la que decenas de miles de tojolabales, tsotsiles, tseltales, choles, zoques, mames y mestizos construyen desde hace más de 30 años en las comunidades zapatistas de distintas regiones de Chiapas, en las que hay un esfuerzo diario por la edificación de clínicas de salud, escuelas, cooperativas de café y de artesanías, proyectos culturales y una cadena enorme de emprendimientos que hacen que sea posible imaginar una cotidianidad a contracorriente de la que se impone en el mundo de la guerra.
La tierra trabajada en común que anunció el Ejército Zapatista de Liberación Nacional hace un año, es hoy atacada por finqueros que queman casas y cultivos con la anuencia de policías estatales y del ejército. Esta embestida, que se niega oficialmente, es la cotidianidad de un pueblo que se niega a rendirse.
De acuerdo con los gobiernos autónomos, de abril a septiembre se han presentado en el poblado de Belén, en la región campesina del Caracol 8 Dolores Hidalgo, grupos de personas del municipio de Huixtán resguardadas por el ejército federal y la policía municipal de Ocosingo para reclamar el predio. “Tratamos de dialogar con ellos pero claramente nos dijeron que la tierra ya se las entregó el gobierno y que cuentan con los documentos legales”.
Los finqueros advierten que “por las buenas o por las malas” los zapatistas se tendrán que salir de esas tierras. La Asamblea de Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas, dando lecciones de ética, dignidad y estrategia, decidieron que las bases de apoyo se retiraran de lugar “porque hay que planear para defenderse”. Su intento de diálogo, explican, fue en vano. Y “nos están obligando a defendernos”.
Ante este panorama, colectivos de México y del mundo arrancaron una jornada de movilizaciones para exigir a los tres niveles de gobierno que cese el hostigamiento. Volanteos, pinta de murales, proyecciones de documentales, movilizaciones y foros se realizarán en los próximos días en defensa no sólo de los zapatistas, sino de la esperanza que representan para el mundo que se niega a la guerra.