un triunfo de la sociedad civil: Carmen Parra


Sábado 19 de abril de 2025, p. 3
Ubicado en Zihuatanejo de Azueta, uno de los 85 municipios del estado de Guerrero, el Museo Arqueológico de la Costa Grande no sólo da cuenta de una riqueza histórica y cultural poco conocida: la de las culturas prehispánicas que habitaron el territorio que conforma actualmente esa entidad.
También rescata una narrativa olvidada: el papel crucial que desempeñó ese puerto en la historia, al ser el punto donde comenzó la globalización hacia Asia, con la ruta marítima de la Nao de Manila, en el siglo XVI.
Tal es la manera en que lo dimensiona la pintora y gestora cultural Carmen Parra, promotora junto con el arqueólogo Rodolfo Lobato y la restauradora Marissa Gómez de la rehabilitación de ese espacio, que, tras ser sometido a un proceso de restauración integral, fue reabierto el 5 de abril en una ceremonia encabezada por la gobernadora Evelyn Salgado y el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández.
Las obras se realizaron entre 2023 y 2024, y consistieron en la reparación de daños estructurales en la techumbre del inmueble, afectada por la falta de mantenimiento y los sismos de 2017. También se renovó la museografía con información de las investigaciones arqueológicas, históricas y antropológicas más recientes.
Si bien este proyecto llegó a buen puerto, gracias a la colaboración de instancias de los tres niveles de gobierno, puede considerarse un triunfo de la sociedad civil, al ser la que denunció el abandono
en que se encontraba el recinto y promovió su rescate.
Es muy importante la participación de la sociedad. La comunidad debe apropiarse de su historia para fortalecer su identidad. La pacificación comienza reconociendo nuestra cultura, nuestra raíces
, afirma Carmen Parra, a quien se debe en gran medida el impulso de la iniciativa.
Creado en 1992, el Museo Arqueológico de la Costa Grande refuerza ahora su vocación de revalorar la historia regional, desde sus raíces prehispánicas –con los cuitlatecas como eje– hasta expresiones culturales vigentes.
Lo integran seis salas temáticas. Tres están dedicadas al tema arqueológico, con cerca de 4 mil piezas, desde el año mil aC hasta la época del contacto con los conquistadores españoles, en el siglo XVI.
Hay figuritas olmecas que han sido localizadas en sitios arqueológicos con esa filiación étnica; por ejemplo, el Cerro de los Brujos, en Soledad de Maciel, y la Cueva del Diablo, en el poblado de Troncones, que sabemos que tuvieron ocupación olmeca en el año mil aC
, explica Rodolfo Lobato, arqueólogo del INAH que ha investigado esa región durante más de dos décadas.
Tenemos, también, material teotihuacano localizado principalmente en el sitio arqueológico de Soledad de Maciel, principal centro religioso cuitlateca y muy cerca de Ixtapa Zihuatanejo
, apunta.
Además, hay materiales que corroboran hechos históricos consignados en fuentes del siglo XVI, como la conquista de la Costa Grande por el tlatoani mexica Ahuízotl en 1497 y 1503.
Las salas 4 y 5 abordan la época virreinal, con énfasis en el tema de los barcos como la Nao de Manila, que partían hacia el Oriente. Es un hecho histórico relevante para Zihuatanejo y la Costa Grande en general, que resultó en la riqueza cultural del mestizaje que se da con España, Filipinas y los grupos indígenas y de África que estuvieron aquí
, resalta el especialista.
De la mano de la cuestión histórica, en la sala 4 se exhibe asimismo el patrimonio derivado de la investigación arqueológica subacuática realizada por el equipo encabezado por Roberto Junco en la bahía de Zihuatanejo.
Entre esos materiales está un ancla del siglo XVIII de barcos capturados y hundidos por el pirata George Anson, así como una botija de manufactura peruana donde se transportaban aceitunas, vino y aceite, localizada en 2022.
La sexta y última sala es de corte etnográfico. En ella hay ejemplos de cómo esa riqueza cultural de orígenes prehispánicos se manifiesta hasta nuestros días en danzas tradicionales, artesanías, fiestas patronales en iglesias y arte culinario, según Lobato.
En este nueva museografía quisimos resaltar los principales hechos históricos de la Costa Grande, que van desde la época prehispánica, pasando por la Colonia, hasta nuestros días
, apunta.
Un ejemplo: el culto al jaguar, registrado desde la época olmeca, lo tratamos en la sala 2 y volvemos a verlo en la sala 6, pero ahora en máscaras tradicionales para las danzas.
De acuerdo con el arqueólogo, fuentes documentales del siglo XVI revelan la complejidad étnica de los grupos que habitaron ese territorio al final de la época prehispánica.
En la franja costera que limita con el actual estado de Michoacán, se asentaron los chumbias, pantecos y tolimecas; en la sección central de la costa, en lo que hoy son los municipios de Petatlán y Zihuatanejo, los cuitlatecas, grupo que habitó esta área aproximadamente desde el año 2 mil 500 aC; mientras en la zona limítrofe entre la Costa Grande y Acapulco, los tistecos, tlahuistecos, Tuztecos y tezcatecos coexistían y compartían territorio con los aguerridos yopes.
Compromiso con la historia
Estamos muy contentos de que este museo haya llegado a buen puerto. Es uno de los más bonitos de la costa del Pacífico. Desde su patio se ve toda la bahía de Zihuatanejo; no hay otro en México con una vista tan espectacular
, expresa Carmen Parra, quien a principios de este decenio dio la voz de alerta sobre el abandono
que presentaba esa institución desde hace décadas.
Estudié antropología y mi línea de trabajo siempre ha estado guiada por la preservación de la memoria, el patrimonio cultural y natural de México. He vivido durante más de 30 años en esta región y noté que el museo estaba abandonado y sin mantenimiento en 35 años.
Para la pintora y gestora cultural, la rehabilitación y reapertura de este espacio es sustancial, ya que la arqueología de la Costa Grande de Guerrero es poco conocida porque se basa en el adobe, cuyas estructuras con el tiempo han desaparecido, aunque existen muchas zonas con restos de esas construcciones.
Igual de importante para ella es que se conozca que, ya en la época colonial, en Zihuatanejo sale la primera globalización hacia Asia
, con la Nao de Manila: Es una gran aventura que muy pocos conocen y queremos ponerlo en el mapa cultural de México. ¡Imagínate, es el lugar donde está el primer astillero de todo el Pacífico!
Además de gestionar ante las autoridades la recuperación de este museo, Parra donó una pintura de grandes dimensiones, de 3 metros de largo por 1.20 metros de alto, sobre la Conquista, para la sala dedicada al siglo XVI.
Un museo debe estar vivo, alimentándose de nuevas investigaciones y donaciones. Lo magnífico es que éste ya está hecho y cada día puede ser mejor. Debe enfatizarse que el futuro de un museo como éste depende de la gente y tiene que ser cada día más rico, porque es de la comunidad y ésta debe resguardarlo
, sostiene.
La antigua aduana
El Museo Arqueológico de la Costa Grande ocupa un inmueble propiedad del municipio, el cual se encarga asimismo de su administración. Fue construido a mediados del siglo XX y consta de un nivel. Tuvo varias funciones antes de la actual, entre ellas aduana del puerto.
Al haber sufrido afectaciones estructurales durante los sismos de 2017, su rehabilitación fue posible gracias al Programa Nacional de Reconstrucción instrumentado en el gobierno del ex presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para esta obra se destinaron 4.8 millones de pesos, por conducto de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Nacional, de la Secretaría de Cultura federal, informa el arquitecto Marco Maza, coordinador del Programa Nacional de Reconstrucción en esa dirección en el anterior sexenio.
La intervención, explica el especialista, consistió en liberar toda la techumbre del edificio –hecha de vigas de madera y recubierta de tejas– y restituirla en su conjunto.
Se restauraron todas las cubiertas, ya que una vez que se liberaron las tejas, constatamos que el sismo provocó daños importantes en la viguería, además de los causados por el paso del tiempo
, detalla.
Toda la cubierta de madera es nueva. En cuanto las tejas, se ocuparon las que estaban en buenas condiciones; se hizo un trabajo de limpieza e impermeabilización, y aquellas que ya se había deteriorado o estaban rotas, se remplazaron.