La remodelación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) no sólo es estética, sino integral. Combina mejoras atractivas y funcionales, asegura el capitán Arturo Gómez Melgoza, coordinador de la remodelación. Recomienda a pasajeros tomar previsiones y llegar con suficiente anticipación para abordar los vuelos sin contratiempos. “Las obras principales concluirán a finales de abril, por si hay que arreglar detalles, y continuarán en agosto, después de la Copa del Mundo 2026. Dejaríamos pendientes sólo las áreas no transitables para lo usuarios”, señala.

A pesar de las molestias, asegura, los viajeros notarán cambios significativos en las dos terminales, debido al plan integral de restauración y reordenamiento. “Habrá espacios nuevos de comida rápida, salas de embarque actualizadas, sillones confortables, iluminación LED más suave en techos, estaciones de carga para dispositivos electrónicos, sanitarios nuevos y sistemas de luces de pista para una navegación más segura, por mencionar algunos cambios”.

Los pisos serán totalmente renovados, se cambian los sistemas de desagüe y la captación de aguas pluviales en tierra y en las pistas para mitigar problemas de encharcamientos; contará también con equipo mecánico de succión ante posibles contingencias por inundación y se adquirirán vehículos con sistema de inspección de carga y con visión de rayos X.

Gómez Melgoza detalla que algunos comercios ya fueron reubicados para ampliar las salas de espera y se trabaja en la separación de pasajeros de llegadas, salidas y entre vuelos nacionales e internacionales mediante la construcción y readecuación de pasillos interiores y exteriores, así como la modernización de sus instalaciones.

Además, se desmontaron las barreras metálicas de las ventanas ubicadas en salas de última espera que impedían a los turistas nacionales y extranjeros ver con claridad las operaciones aéreas antes de abordar las aeronaves.

En un recorrido de La Jornada por instalaciones restauradas o todavía en obra negra, se observa una intensa actividad de numerosos trabajadores que se mezcla con el eco metálico de estructuras y el ruido constante de maquinaria pesada como taladros, martillos, el tintineo de herramientas y el chasquido de cortes de metal junto con el de concreto y grava.

De las puertas 1 a la 3, el personal encargado de las obras se concentra en el drenaje para evitar inundaciones en temporadas de lluvia. “Se retiró la tubería obsoleta y se sustituyó con una de mayor diámetro”.

Las empresas contratadas se comprometieron a entregar a tiempo las obras, que se llevan a cabo por fases a fin de no afectar a los viajeros y las operaciones aéreas.

“Los trabajos se realizan en demasía las 24 horas, los siete días de la semana de manera ininterrumpida en zonas como ambulatorios, bandas de equipaje, área migratoria, aduanas y módulos de contacto de pasajeros, manteniendo siempre la funcionalidad del aeropuerto.”

Adelanta que algunos muros, columnas y techos de la terminal aérea serán revestidos con paneles de aluminio conocidos como Alucobond, color madera, debido a su durabilidad y estética moderna.

Recuerda que el AICM es la principal puerta de entrada a la capital del país para visitantes nacionales y extranjeros además de punto estratégico para negocios y conectividad con el mundo. Asimismo, es la zona más importante de la red aeroportuaria nacional, ya que interconecta a toda la República.

El operador de la remodelación añade que en las dos terminales concurren, en promedio, entre 250 y 300 mil personas cada día, y alrededor de 30 mil trabajadores de diferentes instituciones, entre ellas prestadores de servicio, seguridad privada y tiendas. “Con los comerciantes se acordó que mientras permanezcan cerrados por las obras no se les cobrará renta ni luz”.

En 2024, el AICM movilizó a 45.3 millones de pasajeros y realizó 322 mil operaciones. Hasta noviembre de este año, registró casi 40 millones y alrededor de 270 mil despegues y aterrizajes comerciales. Las autoridades aeroportuarias estiman que la terminal capitalina cerrará el año con 45.6 millones de usuarios movilizados.

En la actualidad hay un promedio de 7 mil elementos de seguridad en los tres turnos, entre privados, policía auxiliar, personal de protección federal y de la Marina.

“El objetivo principal del gobierno federal y la Secretaría de Marina está encaminado a dar una identidad al aeropuerto, para que los mexicanos y pasajeros que nos visitan del extranjero, y que pasan por aquí, se lleven la mejor impresión de una de las mejores terminales aéreas del mundo y Latinoamérica”, concluye Arturo Gómez.