La actriz Jesusa Rodríguez y una efigie de Malintzin encabezaron una procesión que partió del Zócalo al Palacio de Bellas Artes
Viernes 28 de noviembre de 2025, p. 3
En la historia de México no ha habido mujer más vilipendiada que Malintzin, la Malinche, la “traidora” doña Marina, quien, según la historia que impuso el patriarcado, ayudó a los crueles conquistadores a destruir a “su pueblo”, comentó la creadora escénica Jesusa Rodríguez en el inicio de las actividades dedicadas a esa figura histórica.
Ayer en el Zócalo se dieron cita mujeres para celebrarla, romper el mito de su supuesta traición, brindarle cariño por ser la más importante de su tiempo y testigo del choque de culturas que cambió el continente.
Malintzin regresó en forma de efigie para recorrer las calles del Centro Histórico ante los ojos curiosos de los capitalinos y extranjeros, en una pequeña procesión encabezada por Rodríguez, la cual se dirigió al Palacio de las Bellas Artes, donde se realiza el coloquio Malintzin: Mujer palabra, en el cual la actriz moderará una mesa.
En el encuentro, se recordó que ha pasado poco más de medio milenio después de su trágica historia: nacida en lo que hoy es Veracruz, esclava vendida tres veces, políglota que dominó cinco idiomas: náhuatl, popoluco, maya chontal, yucateco y español. A sus 14 años fue regalada a Hernán Cortés y desde entonces su figura ha estado completamente atada a la de él.
El grupo avanzó en punto de las 15 horas sobre la calle 16 de Septiembre, mientras Jesusa, con un micrófono y una bocina, preguntaba a quienes pasaban por ahí: “¿conoce usted a Malintzin? ¿Qué sabe de su vida? ¿La considera traidora?”
La mayoría respondía no conocerla, muy pocos la vincularon con el espectro de La Llorona y otros tantos afirmaron haber escuchado de ella.
En el fondo no pudieron encontrar el puente de esa palabra, tan cruel y triste, con la cual se juzga a los mexicanos que traicionan su origen: “malinchistas”.
“Fue víctima del patriarcado”
La ex senadora explicó a La Jornada la importancia de reflexionar sobre la figura de Malintzin: “fue la mujer más importante de su época. No podemos olvidarnos de ella. En el siglo XX fue muy maltratada, se le trató de traidora y la chingada; esa visión está muy rebasada en la actualidad”, dijo.
Siguió: “la presidenta Claudia Sheinbaum nos impulsó a hablar con la verdad sobre todas las mujeres que sufrieron a manos del patriarcado.
“Malintzin también fue víctima de ello, junto con otras de su época que padecieron por la violencia de los españoles. Si lo pensamos, de ahí derivó la visión clasista y racista de hoy. Podemos cambiar como mexicanos, soltar las ataduras y liberarnos de ese machismo que lastima a todos, hasta a los hombres.”
La Malintzin transportada por la comitiva visitó el portón de la capilla de Aranzazú, del ex convento de San Francisco, en la avenida Madero, y justo a un costado del Sanborns de los Azulejos, en la calle de Condesa, se topó con un grupo de jóvenes de una escuela gastronómica de Toluca. La reconocieron y se tomaron fotos y, alegres, aprendieron más sobre ella.
Poco después, la efigie de la Malinche arribó a la explanada del Palacio de Bellas Artes, que por estos días se llenará de las opiniones de los participantes en el coloquio, muchos de ellos especialistas cuyas lenguas maternas son el maya chontal y el náhuatl.











