Jueves 27 de noviembre de 2025, p. 21
El impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) al carbono cubre apenas 13 por ciento de las emisiones generadas en México, dado que sólo aplica al consumo de 10 combustibles fósiles y no a la totalidad de actividades que generan gases de efecto invernadero, de acuerdo con un informe de Oxfam México y otras organizaciones que conforman la Alianza para la Justicia Fiscal (AJF).
Respecto a otros países, el impuesto, propuesto con el doble objetivo de reducir las emisiones de contaminantes e incrementar la recaudación, no cubre ni una quinta parte de las primeras, a diferencia de Argentina, donde las cuotas al carbono alcanzan 38 por ciento de las actividades que emiten esas partículas contaminantes y Chile, que escala a 55 por ciento.
La AJF destaca que es necesario replantear un esquema fiscal verde, dado que, además de la obsolescencia del actual, la crisis climática hace necesario obtener más recursos para mitigar sus efectos.
Hay margen de mejora
En ese sentido, el IEPS al carbono–un impuesto progresivo, es decir, que cobra más a quienes más pueden contribuir– tiene un amplio margen para perfeccionarse y cumplir con los objetivos que le dieron origen: por un lado, ampliar la recaudación y, por otro, desincentivar o compensar los efectos de los contaminantes en el país.
Una de sus principales limitaciones, reporta la AJF en un informe, es que “los recursos recaudados por medio de este impuesto se destinan a una bolsa común, en la que se mezclan con otros impuestos federales, y se asignan según el presupuesto federal de cada año. Esto impide conocer los destinos exactos de los recursos recaudados mediante el IEPS al carbono y, sobre todo, si se están destinando a programas y proyectos de mitigación, adaptación o que buscan atender otros problemas ambientales conforme al objetivo del impuesto”.
La falta de etiquetado entraña la paradoja de que, al no poder rastrear su curso, los recursos captados por el IEPS al carbono terminen financiado proyectos y programas que exacerban las causas de la crisis climática, explica la alianza, por ejemplo, una refinería.
Además de que no hay una ruta para trazar estos recursos, las cuotas del IEPS al carbono no han sido incrementadas en términos reales y los ingresos por este gravamen incluso se han reducido. “Esto significa que el impuesto está subestimando el costo social de la contaminación producida”, subraya el informe.












