Miércoles 17 de septiembre de 2025, p. 4
El Programa Sectorial de Cultura 2025-2030, publicado el pasado lunes en el Diario Oficial de la Federación, plasma, entre otros apartados, un diagnóstico de los retos actuales y visión de largo plazo, cuatro objetivos y estrategias, además de líneas de acción en torno al sector.
El programa, aprobado por la presidenta Claudia Sheinbaum, consigna que “contribuirá al ejercicio pleno de los derechos culturales mediante la implementación de políticas públicas para fortalecer la diversidad cultural; consolidar un modelo educativo público, gratuito y de excelencia que brinde oportunidades de formación artística y cultural para todos los niveles y modalidades de aprendizaje”.
También tiene la finalidad de “promover el desarrollo cultural del país fortaleciendo el ciclo creativo en todas sus etapas y fortalecer la preservación, investigación y difusión del patrimonio nacional, material e inmaterial, en beneficio de las presentes y futuras generaciones”.
El documento reconoce que, a pesar de “significativos avances en el cumplimiento de las atribuciones federales de conservación, promoción y difusión de la cultura y el arte(…), persisten retos y desafíos por atender”, algunos estructurales y de larga data.
Entre los problemas se encuentran “las profundas desigualdades en el acceso cultural; las brechas de género en la participación sectorial, las cuales, no obstante, muestran ya importantes mejoras; la precariedad laboral de trabajadoras y trabajadores culturales, y la escasa articulación entre educación y cultura, que limita la formación artística básica”.
Resabio de políticas folclorizadas
El documento reconoce “una débil participación en la vida cultural, resabios de políticas poco inclusivas o folclorizadas hacia los pueblos originarios, contextos de violencia en ciertas partes del país, el debilitamiento y la pérdida de lenguas originarias, amenazas al patrimonio cultural y vacíos en su protección legal, así como dependencia de fuentes limitadas de financiamiento”.
Se suman nuevos desafíos vinculados con “la transformación digital y el acceso abierto; las normas para tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial; nuevas conceptualizaciones del patrimonio y los derechos colectivos; metodologías participativas en gestión cultural; la cultura de paz en territorios afectados por la violencia, y los cambios en los hábitos de consumo cultural”.
Alrededor del primer objetivo, por ejemplo, el programa refiere que el sector, según la Cuenta Satélite de la Cultura de México 2023, aportó 2.7 por ciento del producto interno bruto nacional y generó más de 1.4 millones de empleos “en condiciones laborales que requieren mejoras, particularmente en términos de formalización, estabilidad de ingresos y ampliación de los mecanismos de seguridad social”.
Se detalla que la administración federal tiene como prioridad “impulsar la participación comunitaria, salvaguardar el patrimonio inmaterial y promover políticas culturales que reconozcan los derechos de los pueblos originarios y afromexicanos.
“Las acciones incluyen formar y coordinar acervos de información sobre los saberes tradicionales, realizar diagnósticos sobre el patrimonio inmaterial, así como promover espacios comunitarios dedicados a la difusión del arte y las culturas originarias.”
Entre otras medidas, el documento prevé que hacia 2030 el Sistema Nacional de Educación Artística Formal y Comunitaria comenzará a dar sus primeros resultados; se habrán fortalecido las políticas que “articulen investigación, conservación, difusión y aprovechamiento social sostenible del patrimonio material”, en tanto “las culturas vivas y el patrimonio inmaterial contarán con programas específicos de salvaguardia que involucren activamente a las comunidades”.