Una superficie de al menos 39.6 hectáreas de vegetación nativa fue devastada
Martes 8 de julio de 2025, p. 10
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó ayer que clausuró un predio por cambio ilegal de uso de suelo en el ejido Nohalal, Yucatán, luego de que presuntamente un grupo social menonita habría devastado 39.6 hectáreas de una superficie de 49.5 hectáreas, equivalente a 80 por ciento.
Tras una inspección llevada a cabo el pasado 26 de junio, la Profepa indicó en un comunicado que en el predio, en el municipio de Tekax, se detectó la eliminación de la vegetación nativa dentro de la zona de selva predominante y la presencia de terreno nivelado donde se ha removido el suelo natural y hay restos carbonizados de flora, preparado presumiblemente para activi-dad agrícola
.
Destacó que también se descubrió la conformación de un camino de acceso, nivelado y trazado con maquinaria pesada, recubierto con materiales de origen maya sascab y kancab con medidas aproximadas de mil 300 metros de largo y cinco metros de ancho.
Señaló que el camino ocupa una superficie de 7 mil 500 metros cuadrados y apuntó que para su construcción y trazo se realizó la remoción total y parcial de la vegetación que crecía de manera natural en el sitio, que incluye arbolado adulto, joven o renuevo, además de herbáceas.
Detalló que en la periferia o límites del predio se apreció vegetación nativa conservada, de selva mediana subcaducifolia. Además, se observó el terreno natural aplanado y sobre el mismo restos vegetales como tallos y raíces, con evidencia del uso de fuego para arrasar con las plantas.
Al encontrarse ante un caso de riesgo inminente de daño o deterioro grave a los ecosistemas forestales, así como actos u omisiones que pueden dar lugar a la imposición de sanciones administrativas, la Profepa impuso como medida de seguridad la clausura temporal total de todas las actividades que implican cambio de uso de suelo.
Indicó que ha abierto un procedimiento administrativo por este caso y continuará con las inspecciones de vigilancia en la zona.
Remarcó que estos procesos de deforestación y uso de la tierra para la expansión agrícola no cuentan con autorización y tienen un grave impacto en los ecosistemas naturales. Además, subrayó que dan paso a conflictos por el acceso al agua y tensiones con las comunidades de la zona.