
Sábado 5 de julio de 2025, p. 4
La Ley de la Guardia Nacional (GN), aprobada recientemente en el Congreso, tuvo un acierto al transferir el mando operativo y administrativo de esa corporación a la Defensa Nacional, pues de esa forma se garantizan sus estándares de disciplina y se le blinda
contra la corrupción, afirmaron expertos en temas de seguridad.
Luego de su participación en un foro realizado ayer en la Cámara de Diputados, sobre la doctrina de la seguridad nacional, el politólogo y académico Edgar Ortiz Arellano consideró que el traspaso de la coordinación de la GN de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana al Ejército era un paso indispensable para hacerla más eficiente.
Para garantizar que la GN tenga estándares de disciplina e institucionalidad, y además esté de alguna manera blindada en contra de la corrupción, era necesario pasarla a una de las instituciones que además tiene mayores niveles de aceptación y confianza por parte de la población, que son las fuerzas armadas
, estimó.
En entrevista, el experto consideró que en el país no hay un fenómeno de militarización
, como han señalado los opositores a la reforma a la ley de la GN. La última cadena de mando de la Defensa y la Guardia Nacional es la Presidenta de la República, que es una civil, y las fuerzas armadas responden a las necesidades de seguridad que ha planteado la misma sociedad
.
De igual forma, Ortiz descartó que el Ejército esté asumiendo demasiadas facultades y tareas en el país, y aunque admitió que puede haber algunos elementos castrenses que violen la ley, hay mecanismos suficientes para sancionarlos. Además, negó que la delincuencia organizada signifique una amenaza para el Estado mexicano o que ya controlen partes del territorio nacional.
Por su parte, el general de brigada Juan José Verde Montes coincidió en que no existe ninguna dificultad
por el hecho de que la Defensa asuma el control operativo y administrativo de la GN, pues que se tenga más cercanía y confianza con los compañeros que van a desempeñar esas funciones, no nos afecta en lo más mínimo
.
¿No puede haber un desgaste en las fuerzas armadas por asumir demasiadas tareas?
, se le preguntó al militar, quien estuvo encargado del fallido operativo de captura de Ovidio Guzmán en 2019.
A mi forma de ver, no. Tenemos más participación, pero no es algo que nosotros hayamos buscado. Son las misiones que nos asignan y nosotros lo único que tratamos es de hacerlo lo mejor posible. Esas atribuciones las aceptamos y uno de los valores que consideramos siempre es el sacrificio
, respondió.