Tepoztlán se organiza contra la muerte
n 1999, el municipio morelense de Tepoztlán fue declarado uno de los 111 pueblos mágicos del país, un estatus que la maestra y defensora del territorio Osbelia Quiroz aseguró que sólo los vino a empobrecer
. Con el nombramiento, explicó la entonces octogenaria activista tepozteca, llegó la sobrexplotación de los recursos y el ataque de las inmobiliarias.
Doña Osbelia falleció en 2023, luego de luchar por el territorio durante más de 60 de sus 85 años. Fue parte de la emblemática batalla contra la construcción de un campo de golf y durante más de una década puso el cuerpo contra la ampliación de la carretera La Pera-Cuautla, que destruyó flora y fauna a su paso y que, como lo pronosticaron entonces, permitiría el desborde turístico e inmobiliario en las áreas naturales protegidas, las mismas que llevan dos semanas bajo las llamas.
En las últimas dos décadas, Tepoztlán y sus alrededores se vieron sumergidos en una gigantesca ola de construcción de hoteles, restaurantes, casas de campo, oferta de deportes de aventura, celebraciones de bodas y demás eventos organizados por y para gente de fuera del municipio. Los fines de semana se hicieron intransitables, con una derrama económica que está muy lejos de los bolsillos de los tepoztecos.
Nada de mágico
, insistió en su momento la maestra Osbelia, lo están convirtiendo en un pueblo trágico
, en el que los pobladores originales participan vendiendo cervezas, acomodando autos o cargando maletas. Es el que sirve o es expulsado de sus propias tierras.
Pero el pueblo tepozteco tiene memoria y cuando se presenta la emergencia saca la casta. Estos días ha sido la población organizada la que está intentando controlar el fuego, al tiempo que participan en trabajos de logística. Se habla de más de mil 500 hectáreas destruidas y las colectividades denuncian que los incendios han sido provocados, pues casualmente
suceden en zonas ambicionadas por las inmobiliarias. Se prepara un amparo colectivo, mientras se siguen organizando contra la muerte.
El cerro del Tepozteco, esbozó doña Osbelia, nos dejó palabras importantes. Nos dijo que no nos creyéramos de esas gentes que venían a engañarnos con luces que son de Luna y no de estrellas
.