La movilidad por el primer cuadro de la ciudad resultó caótica la tarde de ayer con motivo del desfile navideño convocado por una tienda departamental que congregó a 65 mil personas, según la Secretaría de Gobierno, a lo largo de casi tres kilómetros sobre Paseo de la Reforma, de avenida Hidalgo hasta la fuente de la Diana Cazadora.

Además, este evento coincidió con el comienzo de las compras navideñas en el Centro, por lo que la línea 2 del Metro –que va de Tasqueña al Toreo y cruza por esa zona–, se vio rebasada por los usuarios, que dejaron pasar varios trenes para abordar uno, lo que complicó a cientos acercarse a la Alameda Central para el homenaje de cuerpo presente a la diva del cine mexicano, Silvia Pinal, en el Palacio de Bellas Artes.

Los cortes viales en algunas partes comenzaron antes del mediodía, al igual que las interrupciones del servicio en tramos de las líneas 1, 7 y 4 del Metrobús.

El Bolo Fest 2024, organizado por el almacén Liverpool y varias marcas comerciales, congregó a miles de familias que acudieron con menores de edad que buscaron el mejor lugar para observar el desfile, la mayoría sobre los hombros de sus padres.

Sin embargo, en su afán por tener un buen lugar, coparon la Fuente de la República, la plataforma de la escultura Puerta 1808, de Manuel Felguérez, los techos de estanquillos y de paradas del Metrobús, y hasta en los pedestales de Miguel Ramos Arizpe, Juan José de la Garza, Antonio Rosales y cuanto héroe patrio esculpido reposa sobre el Paseo de la Reforma tuvo a menores trepados a fin de contar con una mejor vista.

Ambulantes hacen su agosto

La parada arrancó a las 16:15 horas, entre globos gigantes, carros alegóricos, bandas de música, contingentes de botargas de caramelos navideños, cup cakes, jóvenes que realizaban actos de acrobacia con la merecida ovación de la multitud en cada ejecución, seguida de un coro que pedía ¡Otra! ¡Otra!. El recorrido continuó con el oso Bolo montado en un carro alegórico junto a un árbol de Navidad del que salían ocasionales cañonazos de papel metálico.

No faltaron los comerciantes que ofrecían periscopios de cartón a 30 pesos, “¡sí sirve! –decía un padre de familia–, se ve en miniatura, pero sí se ve”; algodones de azúcar de 5 y 30 pesos, gorras de Santaclós, pero con la cabeza de Minnie o Mickey Mouse a 300 pesos, tiene música, 30 melodías y mueve la capucha, explicaba el vendedor, o globos de Bolo a 100 pesos y en sonajero a 30.

El desfile culminó en la Fuente de la Diana, pero cientos de personas ocuparon Reforma hasta la calle Toledo, donde globos y carros alegóricos entraban a una zona confinada, aunque otros con vehículos de menor tamaño, así como los contingentes, giraban en la glorieta para terminar por Sevilla. El espectáculo finalizó pasadas las 18:05 horas.