Luego de que Peter Navarro, consejero principal de comercio y manufactura de la Casa Blanca, respaldara la imposición de aranceles por parte de México a países con los que no tiene acuerdos de libre comercio, incluida China, y llamó a que otras naciones aplicaran medidas parecidas, la embajada de China en México reaccionó airadamente ante lo que consideró un descrédito a sus productos y “una clara politización” de los asuntos comerciales.

En un comunicado, la legación subrayó que “rechaza firmemente las prácticas que perjudiquen los intereses chinos” y exhortó a que las “personas como Navarro abandonen sus maniobras políticas”.

Además, consideró que las declaraciones del funcionario son “altamente ofensivas” y que Estados Unidos intenta “reconfigurar las reglas del comercio internacional mediante el unilateralismo y la coacción económica, exportando deliberadamente un modelo fallido a América Latina”.

En contraparte, “China aboga por resolver las discrepancias económicas y comerciales mediante el diálogo y la comunicación sobre la base de la igualdad; se opone a cualquier forma de unilateralismo, proteccionismo o medidas discriminatorias y exclusivas”.

Asimismo, se posicionó a favor de una apertura comercial mundial y dio la bienvenida a otros países que quieran “tomar el tren exprés del desarrollo de China para compartir el megamercado chino y lograr el desarrollo común a través de la convergencia de intereses”.