El 19 de octubre un grupo de sujetos hurtó varias joyas del famoso museo parisiense
Martes 30 de diciembre de 2025, p. 5
El robo del año y en lo que va del siglo, en materia de arte, fue cometido el pasado 19 de octubre, cuando ladrones disfrazados de obreros ingresaron a la Galería de Apolo del Museo del Louvre, en París, a media hora de haberse abierto al público. En una acción de menos de siete minutos los sujetos sustrajeron nueve piezas del área Joyas de la Corona de Francia.
Los objetos hurtados fueron identificados como la tiara, el collar y un pendiente del adorno de zafiros de María Amalia de Nápoles y Sicilia, y de Hortensia de Beauharnais; el collar de esmeraldas y un par de pendientes de esmeraldas del adorno de María Luisa de Austria; un broche relicario, un gran broche de lazo de ramillete y la tiara de Eugenia de Montijo.
Quedó intacto el diamante Regente, la pieza más famosa de la colección. Al huir, los ladrones dejaron caer la corona de la emperatriz Eugenia, que más tarde fue recogida, aunque dañada, junto con otra joya no revelada. Las pérdidas fueron calculadas en 102 millones de dólares. Los artículos robados no estaban asegurados, dado su elevado valor. El Louvre anunció un plan maestro de seguridad calculado en 92 millones de dólares.
El atraco, considerado al estilo de película de Hollywood –se empleó un elevador de mudanzas y una escalera extendida–, puso en evidencia las insuficientes medidas de seguridad del Louvre. De inmediato, algunas de las joyas más valiosas del museo fueron transferidas en secreto al Banco de Francia para su resguardo.
Según un anuncio del recinto, la primera fase de un plan maestro de seguridad sería implementada en diciembre, y se enfocaría en el sistema operativo del equipo de seguridad y la infraestructura. También se pidió la creación de un “coordinador de seguridad”, del cual será responsable el presidente del museo, Laurence des Cars, así como el aumento de 20 por ciento en el presupuesto de entrenamiento para el equipo laboral.
Entre otras consecuencias del atraco, el precio de entrada al Louvre aumentará 45 por ciento a partir del 14 de enero para visitantes cuyos países de origen no forman parte de la Unión Europea.
El 15 de diciembre el museo cerró debido a que una quinta parte de su equipo laboral estalló una huelga en respuesta a las “condiciones deterioradas” de la institución.
Dada su relevancia, cualquier cosa que pasa en el Louvre acapara los titulares; sin embargo, no es el único museo que ha experimentado un robo reciente. El mismo 19 de octubre otro atraco tuvo lugar en el poblado francés de Langres. Una serie de monedas de plata y oro, con un valor de 105 mil dólares, fueron sustraídas de la Maison des Lumiere, museo dedicado al legado del pensador de la Ilustración Denis Diderot.
El 15 de octubre, mil objetos fueron robados de las bodegas de resguardo fuera de las instalaciones del Museo Oakland, en California. Se trata de joyería, cestos fabricados por los pobladores nativos y daguerrotipos. En su momento, las autoridades del museo dijeron que el atraco “robaba al estado su legado cultural”. Además, muchos de los objetos eran donaciones.
Un hurto que resaltó en el mundo fue el que experimentó la Biblioteca Mario de Andrade, en Sao Paulo, Brasil, el pasado 7 de diciembre. Dos sujetos armados se llevaron ocho grabados del artista francés Henri Matisse, así como cinco grabados del pintor modernista brasileño Candido Portinari.
Las obras extraídas eran de la exposición Del libro al museo sobre el movimiento modernista realizada por la Biblioteca Mario de Andrade y el Museo de Arte Moderno de Sao Paulo. Entre las obras robadas hay collages del álbum Jazz, de Matisse, publicado en Francia en 1947 y del que sólo hay 300 ejemplares en el mundo.











