Muestra colectiva en la Casa Jaime Sabines también es un homenaje a Francisco Castro Leñero e Irma Palacios
Martes 30 de diciembre de 2025, p. 4
El poema “Muerte sin fin” (1939), de José Gorostiza, fue el pretexto para que 52 artistas reflexionaran acerca del tema mortuorio. La muerte y los muertos en la poética de José Gorostiza, exposición colectiva en homenaje a Francisco Castro Leñero (1954-2022) e Irma Palacios (1943), montada en la Casa Jaime Sabines, pretende contrarrestar, a su vez, la “inevitable banalización” de los símbolos que suelen asociarse con ese tema, señala el curador Luis Ignacio Sáinz.
La obra expuesta resignifica, pues, “estas ceremonias que han terminado reducidas a fiestas, menguando las reflexiones que serían propias tratándose de la evocación de los seres queridos ausentes, más propias de conmemoraciones”. Los expositores visualizan este proceso de “notoria complejidad: saber que ‘no hay vida como la muerte para quien vive muriendo’, y hacerlo en referencia a ese hito de nuestra poesía que es el poema de Gorostiza”, precisa Sáinz.
El resultado es un “caleidoscopio de mentes, lenguajes y miradas diferentes”. Hay dibujo, pintura, estampa, arte objeto, escultura y relieve. Los artistas “fatigan los imaginarios de la muerte y los muertos en un sinfín de técnicas y vocabularios plásticos”, puntualiza el curador.
Gustavo Monroy participa con cinco bronces realizados en 2009. “Cuando recibí la invitación y volví a leer este largo poema de Gorostiza, desde sus primeras líneas pensé en estas obras, ‘un desplome de ángeles caídos’, nada más claro para definir estos tiempos. Estos bronces hablan de la extrema violencia que se vivía en aquellos años no tan lejanos”, comenta.
El acrílico y collage Todo es ciudad de espejos, donde el alma se mira y se disuelve (2024), de Emilio Payán, retoma de título una frase de “Muerte sin fin”. Para el pintor, “es un poema de cabecera que ha estado presente en mi vida. Agua, espejo, garza, luz, cristal, cuerpo, disolución. Ofrece un universo visual potente, lleno de símbolos que dialogan con la pintura, el cine o la instalación contemporánea. Es un texto que se puede ver y sentir tanto como leer. Para mí, ‘Muerte sin fin’ toca temas como la ciudad, la transparencia o el cuerpo. Mi cuadro es eso: transparencias en el alma de la ciudad”.
Orfeo y el inframundo
Alberto Castro Leñero está presente con Orfeo, escultura hecha con placa de acero: “Es una forma orgánica trabajada a base de volúmenes curvos y espacios vacíos. En el centro está el vacío de un cuerpo humano de cabeza. Para mí puede simbolizar la búsqueda en el interior; Orfeo, el héroe que desciende al inframundo”.
El también pintor tenía “una idea borrosa del poema. Lo busqué en Internet y lo estuve leyendo. Me pareció una gran obra. Compleja y apocalíptica. Llena de energía. También leí un poco de la vida de Gorostiza. Un embajador poeta. Un hombre con diferentes facetas. Octavio Paz habla de él. Es muy interesante”.
Reflexiona: “El Día de Muertos. La ‘Muerte sin fin’. Y, ahora la muerte de Francisco me parece que es el hilo conductor para este homenaje a la pareja. Los artistas Francisco, fallecido, e Irma, en vida”.
La obra de Manuel Marín, un grafito sobre papel, lleva el mismo nombre que el poema. Consiste en un dibujo en cuatro partes que son intercambiables. “Para mí refiere a un proceso desde la creación a la nada en un ciclo infinito”, expresa.
Otros artistas participantes son: Óscar Bachtold, Arturo Buitrón, Beatriz Canfield, Ana María Casanueva, Nunik Sauret, José Castro Leñero, Xavier Esqueda, José González Veites, Ilse Gradwhol, Paloma Torres, Alfonso Mena, Mónica Dower, Franco Aceves Humana, Coral Revueltas, Pablo Rulfo, Jazzamoart, Carlos Gutiérrez Angulo, Saúl Kaminer, María José Lavín, Águeda Lozano y Leticia Vieyra.
La muerte y los muertos en la poética de José Gorostiza: Homenaje a Francisco Castro Leñero e Irma Palacios permanecerá hasta el 5 de abril en la Casa Jaime Sabines (avenida Revolución 1747, San Ángel).
