Lunes 29 de diciembre de 2025, p. 8
Brigitte Bardot será recordada por sus actuaciones en distintas películas. De Y Dios creó a la mujer, que la catapultó al estrellato en 1956, pasando por La muñeca y el bruto o Colinot, el seductor, su último filme, en 1973, Bardot participó en medio centenar de películas.
Estos son algunos de sus principales papeles más conocidos:
En Y Dios creó a la mujer (1956), de Roger Vadim, rodada en la ahora exclusiva ciudad balneario francesa de Saint-Tropez, este drama (prohibido a los menores de 16 años cuando se estrenó), tuvo una acogida mitigada de los críticos y chocó con los medios conservadores; sin embargo, triunfó en Estados Unidos y supuso el inicio de la “Bardotmanía”, que convirtió a la joven en un símbolo sexual internacional.
En La verdad (1960), de Henri-Georges Clouzot, desarrolló una nueva faceta en su labor de actriz. Además, durante la filmación empezó una relación con el actor Sami Frey. Nominada a los Oscar de Hollywood, logró que cinco millones de espectadores contemplaran la cinta en Francia. Como su personaje en el filme, Bardot intentó suicidarse al final de la grabación.
El desprecio (1963), película de culto de Jean-Luc Godard, en la que los productores exigieron que hubiera más escenas con desnudos de la actriz. Lo anterior derivó en la mítica escena en la que el personaje de Bardot pregunta a su marido: “¿Piensas que mi culo es bonito?” Ese papel sigue siendo uno de los más famosos de su carrera, el filme fue un éxito para Godard, pero un fracaso respecto a las anteriores producciones de Bardot.
¡Viva María! (1965), dirigida por Louis Malle, cuenta la historia de dos cantantes de music hall quienes se enamoran del mismo hombre, un revolucionario. Esa parodia de wéstern con Jeanne Moreau y Brigitte Bardot, respetuosas la una con la otra, pero profesionalmente rivales. Al principio del rodaje, en México, Moreau acapara los primeros flashes y habla con la prensa. Bardot, presionada por su agente, pasa a la ofensiva y responde a las peticiones de los reporteros, hasta ganar la batalla mediática.
La muñeca y el bruto (1969) de Michel Deville, muestra la vida de un violoncelista interpretado por Jean-Pierre Cassel, miope y gruñón, conoce a Felicia, representada por Bardot, una preciosa mujer, caprichosa y elitista. El personaje de Bardot intenta seducir al músico, que se mantiene insensible a sus maniobras.












