A 32 años del alzamiento zapatista
El subcomandante Moisés planteó que deben seguir generando propuestas de resistencia y gobierno
Domingo 28 de diciembre de 2025, p. 25
Tapachula, Chis., El uso y abuso de la historia por parte de las clases dominantes para someter a las clases dominadas y “borrar la historia de los pueblos”, es una conducta reiterada incluso entre gobiernos “autoproclamados de izquierda”, consideró Raúl Romero, sociólogo y colaborador de La Jornada, durante su participación en el encuentro Semillero de Pirámides, de Historias, de Amores y, Claro, Desamores, que se realiza en San Cristóbal de Las Casas en el marco del 32 aniversario del alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
El especialista sostuvo que ante el dominio de la historia oficial, “los pueblos oprimidos luchan por recuperar su historia” porque “cuando uno ignora su historia pierde identidad, y un pueblo sin identidad es fácilmente dominado”.
Romero dijo que el uso de la historia por quienes ostentan el poder “ha tenido repercusiones como masacres, barbaries y genocidios. Ahí están Gaza, Ucrania y Venezuela”, e incluso han borrado evidencia para limpiar la imagen de militares, como en el caso de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre de 2014. “Impiden que accedamos a la memoria, la verdad y la justicia”, comentó.
Como ejemplo de la situación, expuso que la narrativa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al reclamar dominios territoriales –en referencia a la disputa del estadunidense con Venezuela– pretende fortalecer el imperialismo y “prepararse para la gran guerra que viene”.
En tanto, Carlos Aguirre Rojas, doctor en Economía por la UNAM, también ponente en el evento celebrado este sábado, afirmó que el regreso de gobiernos de derecha “fascistas” a los países de Latinoamérica se debe en gran medida a los errores de las administraciones progresistas de izquierda.
Propuso que ninguno de los gobiernos progresistas de izquierda, desde el de Hugo Chávez, en Venezuela, hasta el de Claudia Sheinbaum, en México, incluidos los de Chile, Brasil, Argentina, Bolivia y otros, “rasguñó a la pirámide” capitalista.
“Esa pirámide siguió existiendo, creció, se fortaleció, sigue tan campante y tan rozagante como siempre”, expresó en su participación.
Abundó en que incluso en las gestiones que prometieron la construcción del socialismo del siglo XXI, persistieron los abusos a las clases populares, a los indígenas, feminicidios y represión a quienes protestan.
Aguirre Rojas manifestó que el entreguismo del gobierno de México al presidente de Estados Unidos y los abusos que prevalecen contra los indígenas, los sectores populares y los migrantes, podrían derivar en el retorno de la derecha al país.
Por ello planteó que debe verse la construcción social que ha hecho el zapatismo, que son posibles los gobiernos sin jerarquías, sin políticos y sin partidos, donde no hay poderes irracionales y organizados desde “lo común”.
“Para juzgar cualquier problema social, lo que tenemos que hacer es mirar hacia y desde abajo, y mirar hacia y desde la izquierda”, acotó parafraseando al EZLN.
El subcomandante insurgente Moisés cerró las actividades de ayer, el segundo día del Semillero de Pirámides, de Historias, de Amores y, Claro, Desamores que comenzó el jueves 26 y concluirá el martes 30 de diciembre. Planteó que los pueblos originarios deben seguir organizándose tanto en el campo como en la ciudad, generando propuestas de resistencia y gobierno.
“Nosotros nos aferramos a que sólamente en común podemos en la lucha política pacífica, podemos demostrarle al capitalismo que sí nos vamos a defender y que sí podemos hacerlo, aunque nos digan que no tenemos estudio”, apuntó.











