Cada día, los servicios de emergencia de la Ciudad de México atienden en promedio entre 11 y 15 accidentes relacionados con la falta de mantenimiento de las instalaciones de gas en las viviendas, afirmó la secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil capitalina, Myriam Urzúa Venegas.

Una fuga de gas puede convertirse en un accidente muy grave, expresó la funcionaria, quien señaló que en esta temporada se tiene un registro de 17 personas fallecidas por intoxicación, de allí la necesidad de tomar medidas preventivas para evitar ese tipo de casos.

Tan sólo entre el 24 y 26 de diciembre, el Heroico Cuerpo de Bomberos atendió 38 incidencias, principalmente fugas de gas y flamazos, ocurridas principalmente en domicilios ubicados en las alcaldías Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón y Azcapotzalco.

Urzúa acompañó ayer a la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, a un acto de entrega de cobijas, durante el cual destacó que “cada día tenemos alrededor de una o dos personas fallecidas por lamentables accidentes que pasan en casa, por intoxicaciones de gas o por incendios, que se han hecho por los cables de luz, que tampoco tienen una revisión.

La encargada de Protección Civil en la ciudad hizo una serie de recomendaciones a los capitalinos, como revisar que las instalaciones de gas y los tanques se encuentren en buenas condiciones, y destacó que en el caso de los estacionarios tienen que ser remplazados al cumplir 10 años, que es su tiempo máximo de servicio.

Asimismo, pidió a la población no llenarlos más allá de 80 por ciento de su capacidad y revisar que no tengan fugas, los cual se puede revisar utilizando agua jabonosa en las tuberías, “y si les empiezan a salir burbujitas, quiere decir que tenemos un escape”.

Subrayó que los tanques estacionarios deben estar ubicados especialmente en las azoteas y no cerca de marquesinas, mientras los cilindros tienen que colocarse lejos de las cocinas, de los boilers y cualquier fuente de calor.

Recordó que los calentadores de agua no pueden estar en lugares cerrados, sino en zonas ventiladas, ya que se registra un incremento en los casos de intoxicación debido a que dichos aparatos se colocan con frecuencia dentro de las viviendas y el gas se acumula, lo que puede provocar un accidente.

La funcionaria agregó que las válvulas tienen que ser revisadas cada siete años y en medida de los posible se debe contar con un dictamen de seguridad vigente hecho por especialistas.