l mar, la playa, la vida apacible de provincia, el tema del desequilibrio doméstico burgués y los rompimientos dramáticos a partir de situaciones extraordinarias en ambientes familiares aparecen como elementos constantes en una de las filmografías más atípicas, sorprendentes y prolíficas del cine francés de las últimas tres décadas. En efecto, François Ozon (París, 1967) se trastocó en uno de los cineastas europeos más originales desde finales del siglo pasado, debido a su intrigante manera de abordar asuntos cotidianos mediante una ironía cruel y devastadora, como lo muestran Frantz, Joven y Bella, Por la gracia de Dios o Doble amante, amante doble.
En sus primeros cortos: Mirando al mar (1997) y Un vestido de verano (1996), Ozon describía un enrarecido ambiente doméstico subvertido por la llegada de intrusos, así como una serie de fugaces encuentros sexuales, que componían relatos anómalos a medio camino entre el horror y la paranoia. En Comedia de familia/Sitcom (1998), el escenario de la playa era transformado en un departamento de los suburbios parisinos: aquí, un forastero trastocaba de manera fatídica el enfermizo orden familiar. Y en Bajo la arena (2000), unas vacaciones veraniegas en la región costera de Las Landas proponían un rumbo fatal e inesperado hacia un suspenso emocional que el cineasta llevaba hasta sus últimas consecuencias.
Desde sus títulos mismos, tanto Bajo la arena, como En la casa (2012), o Cuando cae el otoño (2024), sugieren ya un extraño horror oculto y a punto de estallar y que, en efecto, explota en la figura de una mujer madura y burguesa (Charlotte Rampling, sorprendente) cuando su marido desaparece de manera absurda y enigmática en Bajo la arena. Descripciones concisas, temores que subyacen en la intimidad y el miedo al círculo familiar dan como resultado una experiencia abrumadora, como lo muestra la relación de ese jovencito inteligente y enigmático con el matrimonio pequeño burgués integrado por un aburrido profesor escritor frustrado y la dependienta de una galería de arte en el filme En la casa.
A su vez, están los pliegues de un drama sicológico y de suspenso, y su retrato femenino disfuncional: las verdades a medias, los misterios inexplicables, los desasosiegos afectivos y amorosos y el miedo a la soledad a partir de la tirante relación entre Michelle, una madura ex prostituta (espléndida Hélene Vincent) y su hija cuarentona, Valerie, con problemas de depresión (Ludivine Sagnier) con un hijo pequeño, Lucas (Garlan Elos), al que intimidan en el colegio y que muestra un fuerte vínculo con esa abuela que abandonara hace tiempo aquella profesión que tanto incomoda a la hija, para forjarse una cómoda vida en un pueblo de la campiña francesa en Cuando cae el otoño.
Lo más interesante de Ozon, responsable también de otras obras extrañas e inquietantes, como Ocho mujeres (2002), 5 x 2 (2004) o Mujeres al poder/Potiche (2010), parábolas sociales y profundamente feministas, o de relatos extraños que aluden a la paranoia de lo diferente, de lo otro, como El refugio (2009), Ricky. Sólo los niños van al cielo (2009), la terrible y melancólica Joven y bella (2013) o Una nueva amiga (2014), es que sus películas pueden observarse también desde múltiples aristas. Una mirada desconcertante para abordar temas cotidianos por medio de la ironía y una sorprendente sencillez, tanto en la puesta en escena como en el diseño de producción.
Así ocurre en el reciente estreno de Quand vient l'automne ( Cuando llega el otoño), luego de su paso por el Tour de cine francés; una trama que involucra al hijo ex delincuente (Pierre Lottin) de la mejor y enferma amiga (Josiane Balasko) de Michelle , con ésta, además de pequeños detalles como un guisado de hongos, una cámara de seguridad, la apertura de un bar, un encuentro nocturno en un bosque y más, que conforman el entorno enigmático alrededor de ese grupo de personajes. Lo que sigue es una serie de acuerdos tácitos y anómalos que conforman un thriller cercano a Claude Chabrol desde una perspectiva anticlimática, lacónica y alejada de las fórmulas hollywoodenses, firma de uno de los directores europeos más insólitos de la actualidad.
Cuando cae el otoño se exhibe en la Cineteca Nacional, Cinépolis y Cinemex.
Varios títulos de Ozon pueden verse en la plataforma Prime Video.











