El dirigente reconoció el apoyo de la presidenta
Recordó la represión y despojo que sufrieron durante casi dos décadas
Viernes 19 de diciembre de 2025, p. 4
El dirigente nacional del Sindicato Minero, Napoleón Gómez Urrutia, resume su sentir en torno al convenio que puso fin a la huelga de más de 18 años en la mina de Cananea: “Es un logro histórico de los trabajadores, que pusieron siempre por delante su dignidad y con valor resistieron los abusos y arbitrariedades de uno de los empresarios más ricos del país”.
En entrevista con La Jornada, reconoció el apoyo de la presidenta Claudia Sheinbaum a los mineros de Cananea para cerrar con éxito “una dura lucha de casi dos décadas en defensa de sus derechos laborales, de su contrato colectivo y autonomía sindical ”.
Fue, destaca, una batalla desigual en la que los mineros y sus familias fueron reprimidos, despojados de su empleo, de los servicios básicos y discriminados por Grupo México, de Germán Larrea, quien en contubernio con el gobierno del panista Felipe Calderón hizo todo para tratar de doblegarlos.
Frente a las presiones, la crueldad y maniobras legaloides del dueño de la mina de Cananea –a la que incluso cambió el nombre después de que logró el aval oficial para romper la huelga en 2011–, los trabajadores contaron siempre con el respaldo del Sindicato Minero y de organizaciones internacionales.
“Nunca los dejamos solos, nunca los abandonamos, nuestra participación fue intensa, tuvieron el apoyo económico, jurídico y moral necesario tanto del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Minero, como de las demás secciones sindicales”, resaltó el también diputado de Morena.
Agrega: “Siempre confiamos en que tarde o temprano se iba a lograr esta victoria para la clase trabajadora, para el movimiento sindical minero de nuestro país, porque es un triunfo verdadero”. La justicia, dijo, tardó, pero llegó por fin.
Por ello, “estamos muy contentos, muy satisfechos con este convenio, que además de beneficiar a nuestros compañeros de Cananea, pone en evidencia la actitud déspota e intransigente de Larrea, quien desde un principio trató de acabar con el Sindicato Minero, apoyado por los gobiernos de PAN y PRI”.
Recordó que los mineros de Cananea estallaron la huelga el 30 de julio de 2007 por falta de condiciones de seguridad, además de otras violaciones a su contrato colectivo, toda vez que la empresa retuvo las cuotas sindicales de la Seccion 65, a la que están afiliados, e incluso desconoció a sus dirigentes locales.
Respaldo desde el exilio
Explicó que él tuvo que exiliarse en Canadá en 2006 por la persecución en su contra, emprendida por Larrea, con miras a deshacerse de un sindicato que exigía seguridad en las minas y negociaba contratos con salarios y prestaciones dignas.
Después de estallada la huelga, agregó, Larrea utilizó a políticos y jueces y ministros corruptos para anular el movimiento, sin acceder a las demandas de los mineros. Contó con el apoyo de Calderón a través de los entonces secretarios del Trabajo, Javier Lozano, y de Gobernación, Fernando Gómez Mont, quien antes de ese cargo se desempeñaba como abogado de Grupo México.
Fueron cuatro años de litigio, hasta que la Suprema Corte avaló la liquidación del contrato colectivo de los mineros de la Sección 65 y el despido de los casi mil 200 mineros “por causas de fuerza mayor”, lo que sólo aplica a siniestros o algún otro desastre natural o una guerra, que impidan continuar operando a una empresa.
De esa forma ilegal, luego de desalojar por la fuerza pública a los huelguistas, un mes después Larrea reabrió la mina, con trabajadores traídos de Centroamérica, que vivían en barracas, un contrato de protección de la CTM y la decisión de no contratar a nadie de Cananea.
Ese mismo día, agregó Gómez Urrutia, quitó la electricidad y el agua a los mineros –que tenían por contrato colectivo– y expulsó de las escuelas a sus hijos.
“Más de 700 trabajadores se mantuvieron en la huelga, el caso lo llevamos a a tribunales internacionales y aunque en estos 18 años fallecieron más de 50 compañeros, los restantes y las viudas lograron el triunfo”.
El también líder de la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT) resaltó que además de la liquidación a los mineros, el convenio incluye el Seguro Social que la empresa les quitó, algo por lo que pelearon desde el inicio del movimiento y la jubilación para quienes tengan ya la edad de retiro.
Asimismo, “se reabre la oportunidad de regresar a trabajar, con poco más de 400 plazas para quienes aún estén en condiciones de laborar en la mina, “una demanda también sentida, porque Larrea los puso en listas negras a ellos y sus familiares”
Fue, concluyó, “ una resistencia brutal de los mineros de Cananea y sus dirigentes, la que permitió vencer todos los obstáculos y llegar a esta negociación. Esperamos resolver también las otras dos huelgas, en las minas de Taxco,en Guerrero y de Sombrerete, Zacatecas“.











