El 31 de julio de 2007 se iniciaron tres huelgas de mineros. Estallaron paros de labores de manera simultánea las secciones 17, 65 y 201, pertenecientes al corporativo Grupo México, debido a las “constantes violaciones a los contratos colectivos y la falta de seguridad e higiene en sus minas y plantas”, y desde entonces La Jornada dio cuenta de los hechos.

En particular, el paro en la mina de Cananea, Sonora, marcaría el inicio de uno de los conflictos laborales más largos y complicados del sector, que concluyó este 18 de diciembre, es decir, 6 mil 715 días después.

Durante casi dos décadas, este medio informó sobre los infructuosos intentos realizados para destrabar el conflicto. Distintas instancias buscaron, a través de mesas de diálogo, acercar a las partes, pero Grupo México, de Germán Larrea, nunca demostró voluntad real de cumplir las peticiones obreras.

Sin embargo, los agremiados no desistieron de defender sus derechos y, principalmente, de exigir el reconocimiento de su movimiento sindical, que al día siguiente del estallido de la huelga, Grupo México solicitó declarar inexistente.

En enero de 2022, el líder de los mineros, Napoleón Gómez Urrutia, publicó un artículo de opinión en las páginas de este medio titulado Cananea: una historia de lucha, en el que dio a conocer que “hasta entonces la huelga había sido declarada inexistente de manera ilegal en cuatro ocasiones por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje” durante el gobierno del panista Felipe Calderón.

Así transcurrieron años de represión, marginación y lucha jurídica, y al cumplirse 15 años de la huelga, La Jornada presentó una radiografía histórica del conflicto que, para entonces, ya incluía con 44 mineros fallecidos y un notable deterioro en las condiciones de los trabajadores en huelga.

Tras más de 18 años, la huelga en la mina de Cananea concluyó, luego de acordar por unanimidad un Plan de Solución Integral elaborado con la participación del Sindicato Nacional Minero y el gobierno federal.