Domingo 14 de diciembre de 2025, p. 3
El gobierno de México no está en condiciones de pagar al 100 por ciento el líquido que adeuda a Estados Unidos en el marco del Tratado de Aguas de 1944, pero sí 30 o 40 por ciento de dicha cantidad, lo cual sería “sensato y posible”, para no descuidar los recursos hídricos que se necesitarán a nivel interno para los ciclos agrícolas de 2026 y 2027, estimó Miguel Ángel Montoya, consultor independiente en políticas públicas y legislación del agua.
El experto señaló que las autoridades mexicanas deben actualizar y mejorar sus métodos de cálculo en este ámbito, pues en la actualidad los hacen “casi a ciegas, con fórmulas que ya no deberían existir”.
En entrevista con La Jornada, destacó que el tratado con Estados Unidos no se basa en cantidades fijas del líquido, sino que “tiene la virtud de ser dinámico” y puede cambiar vía actas modificatorias cada año, según la disponibilidad de agua en ambos países.
Por lo anterior y ante las condiciones de sequía en el país, es probable que el gobierno mexicano haya aceptado que la deuda con Estados Unidos “no se pagara de inmediato, sino que hubiera plazos acordados a través de una minuta firmada por las partes”.
Como se informó en este diario, ambas naciones alcanzaron un acuerdo mediante el cual México se comprometió a liberar 249 mil 163 millones de metros cúbicos de agua para Estados Unidos a partir de la semana del 15 de diciembre. No obstante, el gobierno de Donald Trump alega un adeudo de más de 986 millones de metros cúbicos.
De acuerdo con Montoya, para calcular cuánta agua pueden entregar, las autoridades mexicanas deben contar con pronósticos de lluvia para los próximos cinco años, máximo 10, “porque lamentablemente ya no hay ciclos largos, de 30 años.
Alertó que “la ciencia hidráulica en México, particularmente los cálculos de Conagua, no están muy actualizados”, pues todavía utilizan conceptos como “acuíferos”, cuando éstos no existen como tales, sino que son flujos de agua subterránea.
En aspectos como la explotación “hacen un cálculo casi a ciegas sobre una fórmula que ya no debe existir, y lo mismo para las lluvias”.











