Vilna. El canciller cubano, Bruno Rodríguez, criticó que desde el comité del Premio Nobel “hablen en nombre de la Paz”, pero callen ante las acciones agresivas de Estados Unidos contra Venezuela e ignoren la guerra económica y la campaña de odio contra Cuba, luego de que el presidente del comité noruego, Jorgen Watne Frydnes, estableció un vínculo entre “la estrecha colaboración de los regímenes de Irán y Venezuela” y la detención de la Premio Nobel de la Paz 2023, Narges Mohammadi, por autoridades iraníes, “justo cuando se ha otorgado el Premio Nobel de la Paz a la líder de la oposición venezolana, María Corina Machado”.

“Cuando un comité, cuyos miembros son nombrados por el parlamento de un Estado miembro de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), sobre la base de representación política partidaria, el Nobel de la Paz se convierte en un premio para aliados dóciles de Estados Unidos y altavoz contra gobiernos que le resultan incómodos. Deja de ser un referente moral y se vuelve un instrumento de soft power”, aseveró Rodríguez en su cuenta de X.

Agregó que “su complicidad con la guerra, la violencia, la muerte y la destrucción será recordada por los premios entregados a Henry Kissinger, Shimon Peres o el último, promovido por el secretario de Estado de Estados Unidos, a quien pide desaforadamente una invasión militar a Venezuela. ¿Qué diría Alfred Nobel? Ese doble rasero descalifica sus lecciones de democracia”.

En tanto, la Unión Europea (UE) reclamó a las autoridades iraníes que dejen en libertad a la premio Nobel de la Paz 2023, la activista iraní Narges Mohammadi, detenida antier durante un acto en memoria de un abogado opositor.

La UE expresó en un comunicado su “profunda preocupación” por el arresto de Mohammadi y de otros activistas por los derechos humanos en la ciudad de Mashhad, donde ocurrió la concentración. La fiscalía local confirmó ayer la detención de 39 personas durante el acto por “alteración del orden público”, informó la televisión iraní.

“Narges Mohammadi, quien ya pasó años en prisión por su labor de defensa, continúa alzando la voz con valentía para defender la dignidad humana y los derechos fundamentales de los iraníes, incluida la libertad de expresión, que debe respetarse en todo momento”, detalló el bloque europeo.

En tanto, el ganador del premio Nobel de la Paz 2022, Ales Bialiatskii, fue liberado junto con 122 presos en Bielorrusia tras un acuerdo con Washington para el levantamiento de sanciones a la potasa de ese país, componente clave en los fertilizantes, de los que la ex república soviética es uno de los principales productores mundiales.

El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, liberó a los presos, entre ellos Bialiatski y la líder opositora Maria Kalesnikava, tras dos días de conversaciones con un enviado del mandatario estadunidense, Donald Trump.

La excarcelación fue, por mucho, la mayor de Lukashenko desde que la administración Trump inició conversaciones este año con ese gobierno. Las naciones occidentales se habían distanciado del mandatario bielorruso por su “represión de la disidencia” y su apoyo a la guerra de Rusia en Ucrania.