Entonación de himnos estremece al público
Miércoles 19 de noviembre de 2025, p. a12
Cuando el futbol es más que una competencia sobre la cancha, se producen acontecimientos estremecedores de solidaridad y reconocimiento. La selección de Palestina, nación devastada por el genocidio perpetrado por Israel, aprovechó la pausa en los torneos internacionales por la última Fecha FIFA del año, en la que varios representativos buscan un lugar en la Copa del Mundo 2026, para hacer una pequeña gira y jugar ante los equipos del País Vasco y Cataluña.
Los partidos no fueron para medir la destreza deportiva, sino para expresar la fuerza política y simbólica. El sábado en un multitudinario duelo en San Mamés y ayer en Montjuic ante el representativo de Cataluña.
Pese a la dificultad de asistir a un acto como este en un día hábil a las 18 horas de Barcelona, la gente que alcanzó a llegar para apoyar, sobre todo a los representantes palestinos y a la causa contra el genocidio en Gaza, fue suficiente para imprimirle el color y calor de la solidaridad. Si el sábado en el encuentro en San Mamés se reunieron más de 50 mil personas, aunque en la ciudad de Bilbao además se desplegaron un par de marchas multitudinarias de apoyo, en el estadio olímpico Lluís Companys de Montjuic se registraron unos 30 mil seguidores. Entre el público estuvo el técnico del Barcelona, Hansi Flick, quien fue a ver a su jugador Marc Bernal, convocado por el equipo catalán.
El graderío formó mosaicos con las banderas de Cataluña y Palestina. Fuegos de bengalas que iluminaban los colores representativos de una y otra nación que defiende su identidad histórica. Un gran ambiente con mensajes y coros de apoyo.
El “Palestina libre” se escuchó para imprimirle el tono de consigna y festejo a este encuentro.
Aunque el motivo de la convocatoria sea el dolor que ha dejado la devastación de un pueblo, el ambiente que provocó el acompañamiento por una causa se tornó casi festivo. Sin embargo, hubo silencios poderosos por lo que expresaban. Cuando se escucharon los himnos de Palestina y de Cataluña esa ausencia de ruido calaba hondo, según los reportes de los asistentes. Lo mismo cuando se recordó a las víctimas de la violencia israelí.
“Desde Cataluña a Palestina, por la libertad de los pueblos”, se leía en un gran mensaje desplegado mientras en la cancha los seleccionados mostraban el mensaje de “Futbol por la paz”.
“Para nosotros el futbol es mucho más que un juego. Jugamos no sólo para ganar, sino para existir”, dijo el entrenador de Palestina, Ehab Abu Jazar en reporte del diario El País. Lo recaudado en este acto será destinado para ayuda humanita-ria a Palestina y para la reconstrucción de Gaza.
La iniciativa que hizo posible estos partidos es parte de una plataforma amplia con numerosas acciones de apoyo y solidaridad, y busca establecer la visibilidad del conflicto en el Medio Oriente con un fuerte simbolismo deportivo y social.
Desde la propia ciudad de Barcelona, el ministro de Cultura adelantó el pasado sábado que su cartera reforzará la ayuda a entidades palestinas vinculadas a este sector.
Mientras estas actividades buscan el apoyo internacional, en la ciudad de Deir el-Balah, en la franja de Gaza, jugadores amputados participaron en el torneo Esperanza.
Este acto fue organizado por la Asociación Deniz Feneri y la Asociación Palestina de Futbol para Amputados, fundada desde 2018, como una forma de reintegración y resistencia de las víctimas del asedió israelí.











