Conservadurismos varios
e tiende a creer que los conservadores, ricos y pobres, sólo están en la derecha en lo que quieren mantener establecido, ya por privilegios, ya por miedo. Sin embargo, el conservadurismo o afán de rechazar cambios, abarca a todas las ideologías, incluidas izquierdas variopintas.
Con relación a la columna “Laicos arcaicos”, del 3 de noviembre pasado, fue muy interesante la reacción de varios lectores, ins-talados más en la confusión que en la madura revisión de actitudes y desempeños de la izquierda, concretamente ante la condición mortal de los seres humanos y su descuidado derecho a la muerte digna en el mundo, no solo en México.
Tras aludir a la valiente y sustentada postura de Samara Martínez, con una enfermedad incurable hace 10 años y su propósito de que se reforme el artículo 166 bis 21 de la farragosa Ley General de Salud que prohíbe la eutanasia, señalaba: “Urge pues más congruencia de la 4T, ¿o con quiénes seguimos topando?”
Un lector aclaró: “Con quiénes cree que se topa todo propósito serio de renovación, con la derecha y sus aliados, como iglesias, colegios particulares, medios de comunicación incorregibles, fieles creyentes, clase política y otros aliados del oscurantismo iluminado por la luz de un sistema sin consciencia y corrupto”. Eso ya se sabe, pero el que calla otorga, por lo menos poder.
Otro más cuestionó: “Bastante incómodo su espacio para decir loopuesto a lo que ‘supuestamente’ que-ría decir. En estos momentos no está el horno para bollos, señor... O sea, demasiado calientes por lo que sus bollos salieron quemados o en cenizas. Mejor ni hablar de eutanasia cuando todo el mundo está tratando de sobrevivir. ¿A poco no se había percatado de ello con los criminales sueltos haciendo lo que hacen siendo aplaudidos vigorosamente por la prensa derechista en pleno?” Hay que tener cuidado: sobrevivir no es agonizar contra mi voluntad.
“¿Cómo se le ocurre comparar a otros partidos con la 4T? Tiene usted una visión fresa de la muerte”, escribe alguien que firma Marilyn, y añade: “Ya se puso en marcha el sistema de Salud Casa por Casa para prevención de enfermedades en adultos mayores, y se ha visitado a más de 6 millones de personas”. Felicidades. ¿A cuántos de esos adultos mayores se les ha preguntado si quieren seguir o terminar?
En cualquier caso, sin el derecho a una muerte digna no se puede hablar de un Estado de derecho.












