Jueves 6 de noviembre de 2025, p. 38
El Gobierno de la Ciudad de México seguirá trabajando con la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) en las próximas líneas del Cablebús –que en la pasada administración, además de garantizar apoyo técnico y transparencia en las adquisiciones se logró un ahorro de alrededor de 2 mil 400 millones de pesos–, señaló la coordinadora general de Asuntos Internacionales, Rocío Lombera González.
Al participar en la inauguración del mural La ONU y la Ciudad de México, voces de paz y cooperación, en el Antiguo Colegio de la Santa Cruz, en Tlatelolco, refirió que con otra de las agencias del organismo, ONU Hábitat, que brinda asesoría en términos del derecho a la ciudad con diferentes herramientas en materia de gestión del suelo, se trabaja en proyectos de vivienda.
Destacó que la Ciudad de México logró en la reciente Conferencia Regional de la Mujer que se diera por primera vez el foro de gobiernos subnacionales, es decir, estatales y municipales, que no existía en el marco de esta conferencia de Naciones Unidas, con una buena acogida por parte de ONU Mujeres y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, que organizaron la conferencia.
El mural fue realizado por los artistas Alan Mendoza Antonio, José Rodolfo Espino González, Miguel Ángel Roa Hernández y Arturo Domínguez Guerrero, del programa Ciudad Mural, bajo la dirección artística de Paola Paz Yee, para conmemorar los 80 años de la ONU.
Trabajadores agrícolas, el Cablebús, la línea 1 del Metro, la Central de Abasto, la zona lacustre de Xochimilco, jóvenes estudiantes frente a la biblioteca de la UNAM y dos mujeres en un abrazo con la plaza de Tlatelolco de fondo, reflejan dicha colaboración en temas como movilidad, sustentabilidad, alimentación, educación e igualdad sustantiva de género, explicó el coordinador residente del Sistema de ONU en México, Peter Grohmann.
La secretaria de Turismo, Alejandra Frausto, refirió que además de acontecimientos relevantes que tuvieron en ese espacio, como la firma del Tratado de Tlatelolco en 1960, que blindó a América Latina y el Caribe como zonas libres de armas nucleares, fue un lugar donde se cometieron atrocidades como la de 1968, y hubo ejemplos de solidaridad en los sismos de 1985.











