
Jueves 16 de octubre de 2025, p. 4
Guanajuato, Gto., Rumores de la noche, comisionada por la Colección Femsa a la veracruzana Elisa Malo se dio a la tarea de materializar los sueños contados por otras personas, en lo que la artista consideró un acercamiento a este “universo mítico en potencia, de la creación, la libertad y la imaginación”.
La obra, que se integrará a la colección permanente del Museo Casa Diego Rivera, forma parte del programa de artes visuales del Festival Internacional Cervantino en su edición 53. En su 50 aniversario, el recinto también albergó las exposiciones Kahlo sin fronteras y Diego Rivera: formas de su imaginario.
En el segundo nivel, en una de las habitaciones del edificio donde nació el reconocido muralista, la pieza integra una cama y los pliegos de papel Xuan ilustrados con enigmáticos y evocadores trazos en un entorno oscurecido. Tiene añadida la reproducción sonora de muchas narraciones que la autora recopiló a lo largo del proceso de la instalación.
La propuesta nació de una investigación de largo aliento de Malo (Xalapa,1989), para la cual realizó una serie de “escuchatorios” donde varias personas le contaron sus sueños y con esa inspiración dibujó sobre una superficie de papel y con la que más tarde recubrió su instalación escultórica.
Relató que ese universo nocturno “es una herramienta muy valiosa para la creatividad y la imaginación, que escucha y brinda este espacio al sueño como un momento de sensibilidad en el que canalizo lo que me compartieron. Es un regreso a lo íntimo, algo que necesitamos”.
Espacio de libertad
La egresada de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, agregó: “fue muy rico poder ver la diversidad hasta en la forma de pensamiento, en cómo se materializan los sueños de diferentes personas y lo que significan para cada quien, finalmente el sueño es un espacio de libertad, de resistencia, autoconocimiento y para desacelerar el ritmo diario”.
La artista conversó en su taller con enviados de la Colección Femsa acerca de los temas que estaba explorando y decidieron invitarla formalmente a la comisión. “Fue muy agradable la libertad que tuve para poder imaginar y crear la pieza que yo quisiera”.
En junio realizó una visita a Guanajuato y, a partir de ese momento, comenzó su proceso artístico, influido por las exploraciones previas que había desarrollado. Lo novedoso en esta ocasión es que no se basó en los sueños propios, sino que se abrió a los de otras personas.
Para hacer Rumores de la noche plasmó sobre papel Xuan con tinta china los sueños que escuchó y, tras verter grandes cantidades de agua, esperó a que emulsionaran los materiales hasta convertirse en “imágenes del sueño”.
“Los dibujos empiezan a cambiar de forma con el agua. Sí dibujé algo en principio muy figurativo, alguna escena, persona o paisaje; conforme pasa el tiempo, pueden ser unos minutos o hasta el día siguiente, cambia. Las imágenes que primero eran fáciles de reconocer se vuelven manchas abstractas.”
Elisa Malo destacó que le gusta pensar el resultado como una analogía del proceso del sueño: “estos recuerdos que se evaporan, que dejan de ser claros y les vamos encontrando formas para tratar de recuperarlos. Lo principal es la necesidad de contenerlos en este soporte muy útil del dibujo”.
Por su parte, la curadora Isis Yépez (Ciudad de México, 1991) comentó que lograr esta obra fue producto de un constante diálogo con la artista para reunir el discurso y lo que le interesaba a ella, esa perspectiva del mundo onírico, así como profundizar en su visión sobre sus intereses e investigación.
“Esta pieza se centró mucho en escuchar otros sueños. A partir de ahí se crea la propuesta en una apreciación del espacio del museo, que además fue una casa. Era lindo tener la instalación de la cama en diálogo con otras habitaciones y otras camas donde alguna vez se vivió y se soñó”, refirió la también escritora.
El resultado incluyó una serie de lámparas que, como centinelas, iluminan el camino hacia la pieza. “Desde la perspectiva curatorial, también era permitir que el ambiente cambiara, que pasaras del mundo diurno al onírico, donde estás en contacto con otro espacio y tiempo”.