Tras el cerebro del doble homicidio
a célula criminal atrapada por los diferentes organismos de seguridad del país y a la que se acusa de haber participado en el asesinato de dos de los más cercanos colaboradores de la jefa de Gobierno de la ciudad, parece ser fundamental para aclarar las causas del asesinato.
Las autoridades federales y las locales, aseguran que tienen todos los elementos para establecer la participación de los detenidos en el crimen. Hubo y hay una investigación sobre los hechos y se asegura que ese grupo de delincuentes –13 en total– tiene información precisa sobre el quién y el por qué del asesinato.
La conferencia efectuada para hacer saber a la población los avances de la investigación se convirtió en unas horas, en algo que parecía un laberinto de contradicciones, aunque así no fuera. A los detenidos se les culpó de ser parte de la urdimbre que llevó al asesinato de los colaboradores de la jefa de Gobierno, pero se les detuvo por actos ilícitos que aparentemente nada tienen que ver con el doble homicidio.
Los detenidos, hasta donde se sabe, eran parte de una organización que ponía a disposición del crimen, vehículos robados para la comisión de delitos de fuerte impacto. También alquilaban placas robadas, motocicletas y al parecer hasta armas. Por eso resulta tan importante su captura. Lo que esta célula puede aportar de información puede llevar al esclarecimiento no sólo del crimen de los cercanos a la jefa de Gobierno, sino de algunos otros ilícitos.
Llegar al cerebro del crimen es la oportunidad que cuando menos en teoría se tiene hasta ahora con base en la detención de los miembros del organismo criminal, en eso están empeñadas ahora las autoridades, que esperan tener resultados muy pronto.
Con los datos recaudados hasta el final de la semana antepasada, se decidió armar el operativo para detener a los presuntos delincuentes. Los miembros de la célula percibieron que el círculo en su contra se estaba estrechando y hubo información precisa de la posibilidad de que, cuando menos uno de ellos, tal vez el que más información puede aportar, huyera de la ciudad. Esa información precipitó, sin duda, el operativo.
Aunque la importancia del aseguramiento de los presuntos delincuentes convocó a los más altos funcionarios de todos los órganos inmiscuidos en el combate al crimen organizado, resulta importante destacar que fue desde la Secretaría de Seguridad capitalina, bajo el mando de Pablo Vázquez, que se estableció la estrategia del operativo que llevó a la detención de los que, como se anunció en público, son parte importante en el crimen de mayo.
De todas formas es importante destacar que las autoridades no actuarán hasta tener la seguridad del siguiente paso para esclarecer el asesinato.
De pasadita
El hecho de que las lluvias constantes, casi diarias, sobre la Ciudad de México, se convirtiera en una de las mejores noticias después de varios periodos de sequía, se ha vuelto una pesadilla para una gran parte de los habitantes de la ciudad.
Los baches, ahora convertidos en socavones, las inundaciones provocadas por la acumulación de basura en las alcantarillas o por el azolve acumulado en meses –cuando menos– de descuido, las banquetas destruidas y la falta de iluminación en varias calles han hecho que el deambular nocturno, por ejemplo, de cualquier ciudadano, sea un verdadero peligro.
El agua que se acumula por las lluvias, oculta los hoyos, los desniveles en las banquetas y quien se atreve a caminar sobre ellas puede llevarse una peligrosa sorpresa. Las alcaldías y quienes las dirigen parecen ajenas a esta problemática cada día más compleja. Las alcaldías están paralizadas por alguna razón desconocida. Tal vez porque no saben qué hacer.