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Valparaíso: hallan osamentas, autos quemados y un narcocampamento

Según las indagatorias, el pueblo serrano Boquilla del Refugio fue escenario de un enfrentamiento armado a finales de 2024 entre el CJNG y el de Sinaloa

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▲ Uno de los cinco vehículos con impactos de bala y calcinados que fueron ubicados a orillas de una carretera en la comunidad serrana de Boquilla del Refugio, municipio de Valparaíso, Zacatecas.Foto Alfredo Valadez Rodríguez
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▲ En la imagen, elementos de la Guardia Nacional bajan del cerro Tijerillas cargando una bolsa de plástico con restos humanos recuperados en ese lugar para trasladarlos al Servicio Médico Forense de la Fiscalía del estado.Foto Alfredo Valadez Rodríguez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 25 de agosto de 2025, p. 25

Zacatecas, Zac., Personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) de Zacatecas y de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas, así como autoridades federales, hallaron siete osamentas, cinco vehículos baleados y calcinados a orilla de una carretera, múltiples casquillos percutidos de fusiles AK-47 y AR-15, así como un narcocampamento en inmediaciones del poblado serrano Boquilla del Refugio, municipio de Valparaíso.

Según las indagatorias, ese sitio, distante 147 kilómetros de la capital de Zacatecas, fue escenario de un enfrentamiento armado ocurrido a finales de 2024 entre integrantes de los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el de Sinaloa. Los restos fueron recuperados el pasado martes.

Habitantes de las comunidades Lobatos y Boquilla del Refugio reportaron meses atrás al número de emergencias 911 sobre ésa y otras fuertes confrontaciones armadas en la zona, en cuyos cerros, se asegura, habrían quedado dispersos los cadáveres de por lo menos 25 pistoleros, entre hombres y mujeres.

Pero ninguna corporación estatal ni federal había acudido a esa región, donde han tenido lugar varias refriegas que ignoró el gobierno de Zacatecas, encabezado por el morenista David Monreal Ávila.

El mandatario decretó 2024 como El Año de la Paz y con ello invisibilizó la violencia en las zona serrana que comparten los municipios de Valparaíso, Fresnillo y Jerez, donde decenas de pueblos rurales están convertidos hoy día en pueblos fantasmas, con muy pocos habitantes, por el desplazamiento forzado al que se han visto sometidas familias enteras.

La corresponsalía de La Jornada en la entidad recorrió la zona para corroborar la veracidad de los testimonios sobre la violencia narrada por habitantes de la sierra, aprovechando la relativa seguridad reciente por la presencia de policías de investigación y militares del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional (GN), que custodiaron a peritos de la FGJE en sus trabajos de búsqueda y recuperación de osamentas e indicios criminales.

Tierra de nadie

Las autoridades locales y federales se movilizaron hasta ahora a parajes de Boquilla del Refugio luego de denuncias anónimas que hicieron indígenas de la etnia tepehuana y habitantes de Valparaíso, sobre la existencia de restos humanos dispersos –osamentas y cráneos–, automotores abandonados y otros rastros del enfrentamiento entre el CJNG y el de Sinaloa.

La queja llegó también anónimamente a periodistas de las ciudades de Fresnillo y Zacatecas, así como a colectivos de madres buscadoras de personas desaparecidas, el 19 de agosto anterior.

Las mujeres pidieron apoyo a la FGJE para organizar una búsqueda en campo en un sector considerado por autoridades de alta peligrosidad y difícil orografía, por lo que agentes de investigación, con el resguardo de integrantes de la Guardia Nacional y del Ejército, se dirigieron al sitio para confirmar y recuperar las siete osamentas. La búsqueda debió suspenderse al anochecer.

Policías y militares realizaron una larga caminata y subieron al cerro de Tijerillas, en cuya cúspide hallaron un narcocampamento en el cual había basura de productos alimenticios, al menos una docena de cobijas en el suelo, mucha ropa esparcida entre nopales, árboles y matorrales, en los que se presume dormían pistoleros de cárteles encargados de resguardar la zona.

Al final de la jornada, los uniformados abandonaron el sitio rápidamente. Miembros de la GN bajaron del cerro de Tijerillas cargando en las espaldas bolsas de plástico negras, con algunas de las osamentas humanas descubiertas, para trasladarlas al Servicio Médico Forense (Semefo) de la FGJE, que buscará identificarlos.

Las buscadoras recuperaron otros restos humanos de dos fosas clandestinas.

La noche del 19 de agosto, el portal Noticias Zacatecas publicó un aviso en Facebook: “Atención: si tienes familiares desaparecidos, acude al Semefo en Zacatecas, recientemente se han encontrado cuerpos en los alrededores de Valparaíso, puede ser tu familiar”.

Fuentes del gobierno del estado informaron que al día siguiente, el 20 de agosto, personal de la FGJE acompañado por militares reanudarían la búsqueda de más cadáveres en montes aledaños, donde los denunciantes aseguraron haber visto hasta 25 cadáveres.

Gritos de auxilio de un pistolero antes de morir

Aseguraron que en el cerro El Cedro un pistolero lesionado, entre la maleza y los árboles, “estuvo gritando durante tres días, pidiendo auxilio” a sus compañeros, que nunca aparecieron.

Sin embargo, el 20 de agosto las autoridades ya no regresaron a la sierra para reanudar sus pesquisas.

Para llegar a dicho sitio, luego de transitar sobre la carretera federal número 44, tramo Fresnillo–Valparaíso, hay que internarse en el pueblo Lobatos, cuyas calles lucen semivacías.

Luego de cruzar esta población, transitando unos 15 kilómetros por la antigua carretera a Jerez, se encuentra Boquilla del Refugio, población todavía más sola que la anterior.

El ambiente es lastimero, silencioso a plena luz del día. Muy pocas personas caminan por las calles y de noche la pesadumbre es mayor, no se ve gente ni resuenan los ladridos de perros.

Los habitantes siguen atemorizados

Los habitantes continúan atemorizados, porque han sido testigos de cómo de lo alto de la sierra bajan las caravanas de camionetas de distintas organizaciones de la delincuencia organizada, en grupos de 20, 30 y hasta 50 unidades.

No tienen agenda ni horarios. Pueden aparecer en cualquier momento, y es así como se producen los enfrentamientos, algunos ocurridos hace casi un año, cuyos despojos apenas ahora se están recuperando.

Otros incidentes se han reportado hacia el municipio de Jerez, en la sierra de Cardos, y son tan recientes que nadie se aventura a acercarse a esos lugares de caminos y carreteras desiertas.

“Allá arriba, entre tres cerros, hay un helicóptero que derribaron los cárteles”, sostuvieron lugareños. Nadie sabe exactamente dónde es y nadie quiere ir a averiguar.