Egresados de la FFL formaron hace cuatro años una compañía que apuesta por el trabajo colectivo

Lunes 25 de agosto de 2025, p. 5
Explorar y experimentar con diversas técnicas escénicas, jugar con el papel como herramienta creativa y reinventarse en cada montaje, esa es la apuesta de Juguito de Uva, una joven compañía teatral nacida en la Facultad de Filosofía y Letras (FFL) de la UNAM, que desde hace cuatro años se dedica a contar historias para públicos diversos, con especial atención en la infancia.
Formada por egresados de la licenciatura en literatura dramática y teatro, la agrupación ha apostado por el trabajo colectivo, la exploración de técnicas como el teatro de papel y la manipulación de objetos, así como por construir universos escénicos donde lo lúdico y lo artesanal cobran vida. Carlos Rangel, uno de sus integrantes, recordó que la compañía nació en la última asignatura de la carrera.
En entrevista con La Jornada, Rangel contó que antes se llamaban Viajeros Teatro, pero cambiaron el nombre al descubrir que ya existía otra agrupación con ese nombre. Tras una conversación de cuatro horas decidieron llamarse Juguito de Uva. “Pensamos en lo que nos representaba como colectivo, nos cuestionamos a qué público nos dirigíamos y, en ese momento, consideramos dedicarnos a las infancias. Buscamos algo que reflejara la alegría y la forma de trabajo que teníamos como laboratorio en conjunto.
“La idea de las uvas nos gustó, como esa rama con distintos frutos que al final conforman un racimo. Así somos nosotros: personas con diversas ideas y formas de expresar el arte, pero que unidas nos convertimos en un juguito de uva”, relató.
La primera obra que montaron fue Viajeros de papel, escrita por Vania Ramos, Maricarmen y Ximena Rivera. “Desde ahí empezamos a montar nuestras propias obras, como un experimento para ver cuáles eran los temas que nos atraían.
“Después, hicimos la puesta en escena El pequeño dragón, de Lise Vaillancourt, una autora canadiense, la que presentamos en el Centro Cultural El Hormiguero y en el estado de México. En el elenco están Aile Rivera, Bella Ángeles y Jessica Rangel; en la escenografía y el vestuario, Jimena Vega. Para las épocas decembrinas presentamos Carbón, confesiones de un crimen navideño, que escribí yo y tuvo gran temporada en El Hormiguero”, recordó.
En sus últimos trabajos, la compañía se ha enfocado en el teatro de papel y la manipulación de objetos propios de esta técnica. “Se trata de una ramificación del teatro europeo que ha tenido distintas variantes en el mundo. Es otra forma de manipulación titeril, porque el objeto está creado literalmente con papel y puede adoptar cualquier forma, color o tamaño para la escenificación. Se monta en una base de cartón. Es muy curioso porque nos lleva a recordar cuando éramos niños.
“También se le llama teatro de juguete, porque literalmente creas las piezas y las mueves: hasta una mesa puede ser un escenario. Les damos vida, movimiento, voz, carácter y personalidad. Antes sólo aparecían los títeres; ahora se presentan junto con el elenco como personajes activos en escena. En El pequeño dragón casi todo está hecho de papel o cartón, lo que nos da movilidad, aunque exige cuidado desde la fabricación. También hacemos teatro de sombras, que nos lleva a crear mundos y fantasías con dibujos, recortes y diseños propios o en conjunto”, describió.
“Somos una compañía joven, llevamos cuatro años trabajando. Somos un colectivo donde cada quien puede expresar el arte de distinta manera. A veces uno actúa, después hace escenografía, o para otra obra se dedica a la iluminación o al vestuario. Ahora estamos creando una nueva puesta en escena estilo cabaret”, adelantó.
No obstante, reconoció que gestionar espacios para compañías emergentes es difícil. “Tenemos que armar carpetas donde hablemos de quiénes somos y cuáles son nuestros planes de difusión, a fin de presentarlas en convocatorias que apoyan a nuevas compañías, pero además hay que considerar que el montaje se ajuste a la temática e intereses del espacio”.
“Por otro lado, también existen becas y apoyos para agrupaciones jóvenes, pero hay muchas solicitudes. Lo que nos ayuda es la semblanza de la compañía: ya llevamos tres montajes, eso nos convierte en un colectivo joven, pero con cierta experiencia. Sin embargo, hay convocatorias que piden una antigüedad mínima como equipo teatral”, afirmó.
Rangel destacó la labor de la compañía para las infancias en diversos contextos y comentó que impartirán un taller de teatro de papel para niños en escuela públicas de 9 a 12 años de edad en colaboración con la Asociación Peraj México y la Universidad Nacional Autónoma de México. Asimismo, realizarán otro taller en hospitales para noviembre como parte del programa social Juventudes autogestivas para la transformación 2025, a cargo del Instituto de la Juventud.