a Red Académica de América Latina y el Caribe sobre China (Red ALC-China) ofrecerá desde el lunes 11 de agosto (y en los siguientes cuatro lunes) un curso titulado Implicaciones globales del socialismo con características chinas en la nueva era
. El objetivo del curso –en línea y gratuito; ver el portal de la Red ALC-China– es conocer con detalle los principales conceptos y propuestas contemporáneas del pensamiento del presidente Xi Jinping. Las implicaciones para el Sur global son de enorme relevancia, particularmente ante la creciente confrontación entre Estados Unidos y China, el cambio del orden mundial ante las medidas unilaterales por parte de Estados Unidos y la importancia de diversificar las relaciones socioeconómicas de los países de América Latina y el Caribe, incluido México.
El curso, resultado de las añejas y recientes relaciones entre la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de Renmín de China, ofrecerá en sus cinco sesiones temas sobre el pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas, las relaciones exteriores de China y la Iniciativa de la Franja y la Ruta, esfuerzos en la transformación energética, la economía del carbono y digital, los esfuerzos educativos de China en la cooperación internacional, así como la revitalización rural en China. Los ponentes del curso, con interpretación (o traducción simultánea) al español, son todos especialistas y miembros de la Academia del Pensamiento de Xi Jinping del Socialismo con Características Chinas para una Nueva Era de la Universidad de Renmín.
¿Por qué ofrecer un curso con estas características en 2025? Resulta sorprendente que en la actualidad el conocimiento detallado de las políticas y estrategias chinas –internas e internacionales–, particularmente en torno a los conceptos y propuestas del presidente Xi Jinping, son mínimas y prácticamente inexistentes cuando se trata de presentaciones con base en las propias fuentes chinas y del Partido Comunista de China. No es complejo imaginarse que lecturas sobre estos temas vía terceros –por ejemplo, vía múltiples think tanks estadunidenses y europeos– bien pudieran estar sumamente sesgadas ante las profundas confrontaciones sistémicas que estos países mantienen con China. Buscar una relación de largo plazo con la República Popular China –por ejemplo, en ALC, en aras de diversificar sus relaciones más allá de las estadunidenses– es una opción realista y pragmática, aunque imposible sin un conocimiento mínimo sobre las propuestas del sector público chino. Incluso una seria crítica a China en la actualidad requiere partir de las propias reflexiones del sector público chino.
Los cinco temas propuestos en las respectivas sesiones nos parecen un buen inicio: el marco conceptual y cambios en la última década del pensamiento de Xi Jinping y del socialismo con características chinas, la cooperación china con el Sur global, en educación, energía y medidas específicas ante la crisis ambiental son sin lugar a dudas medulares para ALC y otras regiones. Experiencias de China con regiones y países específicos, significativos retos ante su creciente presencia global (por ejemplo, en el comercio internacional, inversiones, proyectos de infraestructura, etc.), el efectivo potencial de transferencia tecnológica ante su creciente presencia, posibilidades para la reducción de la pobreza global y en regiones y países específicos son todos aspectos significativos que requerirán de futuros intercambios. No obstante, los cinco temas propuestos permiten un conocimiento y diálogo puntuales sobre la propuesta global de China en el siglo XXI.
Ojalá asistieran funcionarios, partidos políticos, empresarios, ONG, académicos y muchos otros interesados en China. La falta de conocimiento sobre China en estas instituciones en la mayoría de los casos, tanto en ALC como en México, ha impedido un diálogo puntual sobre temas específicos para definir una agenda concreta en los ámbitos de las respectivas instituciones. Es plenamente concebible que en tópicos particulares no hubiera potencial de cooperación con China o incluso que no fuera deseable. Mientras no se parta de las políticas y estrategias en China cualquier diálogo es abstracto y de poca relevancia. Firmar convenios de cooperación sobre turismo sin conocimiento del turismo internacional chino (de más de 150 millones de turistas antes de la pandemia de 2020) y de las políticas significativas del sector público chino tiene poco sentido; buscar atraer inversiones chinas sin conocer las estrategias explícitas chinas para invertir fuera de China y sus experiencias durante varias décadas tampoco augura mayores éxitos.
¿Será?
* Profesor del Posgrado en Economía y coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM