Alito en EU: traición, escape o ambos
a suerte del que hasta ahora está oficialmente al frente del PRI ya está echada. Nada ni nadie podrá salvar al campechano del desafuero y de las consecuencias que ello signifiquen para Alito, que según nos cuentan anda por Washington ofreciendo sus servicios de traidor.
Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido como Alito, nos cuentan algunos diputados, no podrá quitarse de encima la segunda acusación de la fiscalía de Campeche. Ya saldó todas las cuentas políticas pendientes y no hay quien quiera tenderle la mano. Sólo mencionar el nombre del priísta levanta el gesto de rechazo de quienes lo escuchan.
Ni sus compinches más cercanos pretenden ayudarle, y aunque públicamente parezcan estar del lado de Moreno, en privado lanzan acusaciones muy fuertes en contra del que ahora preside un PRI que ha perdido todo, hasta el sentido patrio.
Por eso es que una importante cantidad de políticos que salieron del organismo precisamente porque no secundaban al de Campeche, ahora se han reunido para replantearse su reinserción siempre que Alito salga del tricolor.
No son pocos, y menos de bajo perfil, aquellos que volverían a la filas del PRI, pero lo más importante es que hay quienes han estudiado la forma de reformar a ese partido, zafarlo de la línea de derecha que le impuso la presidencia partidista actual y volverlo a un camino más definido hacia la socialdemocracia que, según ellos, se practicaba en lo que fue su partido.
Repensar al PRI, colocarlo en la arena política con ideas claras y caminos bien establecidos es, a fin de cuentas, el trabajo que no se hizo en el pasado –y que se sufre en el presente– para permitir la corrupción y proteger con mantos de complicidad todas las malas maniobras que los llevaron a la quiebra.
En la línea de arranque están muchos que aseguran que el PRI podría dar la batalla política si Alito sale, de cualquier forma, del partido, y hoy se sienten entusiasmados por la posibilidad de que eso, el desafuero, ocurra con todas sus consecuencias.
Quienes expresan abiertamente su optimismo lo hacen porque aseguran que Moreno Cárdenas no fue a buscar acuerdos políticos para su partido, sino que huyó hacia Estados Unidos, de donde no pretende regresar. Es más, el asunto está tan claro, según los desterrados del tricolor, que lo más probable es que Alito termine engrosando las filas de los cascabeles mudos
de la política mexicana que han ido a parar a Madrid.
No cabe duda: Zedillo se llama el veneno, Alito la mortaja. Aguas.
De pasadita
Por cierto, no hay que descuidar a otro de los adefesios políticos que recoge y colecciona Morena. Nos referimos a Hugo Eric Flores, reconocido agente de la derecha quien hoy preside la sección instructora de la Cámara de Diputados, la que decide la procedencia de las denuncias en contra del de Campeche.
De todos es sabido que Flores fue uno de los compinches de Moreno Cárdenas y nadie confía en que desde su mano se pueda ejercer justicia en contra del dirigente priísta.
Y es que, en términos de eso, de la justicia, Flores debería de hacerse a un lado en este juicio porque ya sabemos que él es capaz de buscar alguna argucia legal, de esas que van y vienen entre abogados y diputados, para salvar la cabeza de Alito, que todos sabemos está bien colocada en la picota.
Así que mucho cuidado con Flores, los priístas de verdad deberían poner la lupa sobre sus actuaciones, no sea que en una de esas les eche a perder la esperanza.