Estaba “relajado, disfrutando del evento” en Boca del Río,Veracruz, estado donde cometió el feminicidio

Domingo 3 de agosto de 2025, p. 11
Durante ocho años, Claudia Juana Correa Torres buscó al feminicida de su hija y organizó más de 100 manifestaciones exhibiendo sus fotografías y su nombre. Hace unos días, una chica le llamó diciendo lo que siempre soñó: “Estoy viendo a Luis Gustavo, aquí está, en el concierto de la banda La Adictiva”.
Relajado, disfrutando del evento en Boca del Río, el hombre que en un parque de la colonia Florida apuñaló en la yugular a su hija, Claudia Alondra Suárez Correa, de 21 años, se paseaba tranquilamente por Veracruz.
Nadie lo buscaba, salvo ella y otras madres e hijas, compañeras de lucha. La impunidad, ese mal endémico que sufre México lo protegía. Incluso, Claudia Juana pensaba a veces que él ya había muerto. Pero cuando fue a reconocerlo, lo miró a la cara al salir del concierto, lo señaló, los policías lo detuvieron y pensó: “¡Ahora va la mía!… Mataste a mi hija, no tuviste piedad, ahora te toca a ti”.
“Fue como de película”, así define Claudia Juana la detención del feminicida de 28 años. En los últimos días, ha recordado el sufrimiento de perder a su hija a punto de graduarse de la licenciatura de comercio exterior y relaciones internacionales, la batalla judicial para localizarlo, las marchas y plantones que encabezó exigiendo justicia durante ocho años: “Yo estaba muerta en vida”, mencionó en entrevista con La Jornada.
Viuda y trabajando de mesera para sacar adelante a sus dos hijas, la madre cuenta que en 2017, Claudia Alondra mantuvo un noviazgo de seis meses con su agresor: “Al principio él parecía ser cariñoso con ella, yo la veía contenta. Pero de repente la relación empezó a cambiar y evolucionó para mal con episodios de violencia. La notaba preocupada y el último mes de noviazgo fue más fuerte su incomodidad porque él era muy celoso, le revisaba el teléfono así que decidió terminar con él”.
Cuenta que Luis Gustavo N sacó, sin su permiso, una copia de la llave de su casa: “Ese detalle fue muy importante porque de ahí detonó todo para que él volviera a ver a mi hija. Y tuve que intervenir para reclamarle y pedirle la llave. Me dijo que me la iba a regresar. La noche del 11 de septiembre fue a la casa a devolverla, pero salió mi hija y empezaron a discutir, luego se fueron al Oxxo y después al parque donde sucedieron los hechos”.
Añade: “Le dio varias puñaladas; dos en la yugular. Fue espantoso. A mi hija la encontramos muerta en la mañana en una jardinera a unos pasos de nuestra casa. Terrible. Y empecé a buscarlo, fue lo que hice. Nunca dejé de buscarlo. Muy doloroso. Yo siempre me voy a sentir incompleta sin mi hija”.
Claudia Juana señaló que el feminicidio fue cubierto por la prensa y en lugar de que las autoridades buscaran al responsable en la casa, se perdió tiempo y Luis Gustavo huyó.
“Las autoridades decían que estaban investigando y haciendo sus protocolos, pero yo no veía mucha respuesta. Por eso, después de unos días de duelo, tomé la decisión de hacer la primera marcha para exigir justicia para mi hija. Y de ahí detonó que me voltearan a ver, aunque creo que todos los ciudadanos tenemos derecho a que nos protejan sin necesidad de hacer escándalo, en mi caso eso sirvió para que me atendieran. El 24 de octubre de 2018 ofrecieron una recompensa de 250 mil pesos para dar con su paradero”.
Sin embargo, al pasar los años las autoridades de la fiscalía iban cambiando y volvían a empezar con la carpeta de investigación: “Me daba cuenta que todo seguía igual y Luis Gustavo escapó al principio, pero luego me llegaban comentarios que lo habían visto por aquí, que lo llegaban a ver en los antros, que andaba por aquí, pues, pero nunca dimos con él. Ahora me dicen que tenía dos años de haber regresado a Veracruz. Él andaba aquí donde cometió el feminicidio, como Juan por su casa”.
Algunas madres de hijas asesinadas o desaparecidas se vuelven detectives, deciden investigar por su cuenta y seguir las pistas que van encontrando, ante la falta de acción de las autoridades.
Vinculación a proceso
Hace unos días, finalmente una chica que había visto su foto y su nombre en algunas de las marchas, plantones y protestas, lo reconoció durante un concierto al aire libre, a pesar de que su aspecto era diferente, sobretodo porque traía barba. La joven le escribió al Facebook de su hija Cassandra y le envió una foto diciendo que andaba en las fiestas de Santa Ana, en Boca del Río, y que a las 10 de la noche había entrado al concierto.
“Yo estaba consternada, enojada, dudaba de todo. Pensaba que como habían pasado ocho años, las personas cambian. Físicamente se veía parecido, su cara era un poco diferente por la barba, más maduro. Pero mi hija Cassandra en seguida me dijo: “sí es Luis Gustavo, mamá, sí es. ¡Estoy segura!”.
Ante el aviso, la abogada buscó a la coordinadora de las fiscalías especializadas, Roberta Ayala Luna y de manera inmediata armó un operativo en conjunto con la Policía Ministerial y la Guardia Nacional para cumplir la orden de aprehensión pendiente desde hace ocho años. Su caso lo lleva pro bono la abogada Esmeralda Lexciur Ferreira de la organización “Abogadas con Perspectiva” y están apoyadas por la Colectiva Colmena Verde de Veracruz.
“Las autoridades se movieron rapidísimo. Le pidieron su identificación. ¡Claro que era él! Yo estaba llena de emociones. Hemos pasado por un proceso muy difícil sicológicamente y algunas cosas las bloqueaba, pero mi hija sí identificó hasta su voz”.
Añade: “No le dije nada. Quisiera decirle muchas cosas, pero me he contenido. Ahora hay que ser muy cuidadosos para respetar sus derechos humanos. Mi abogada me ha recomendado hacerlo todo conforme a la ley para que no haya ningún pretexto para no condenarlo, hay que respetar el debido proceso. Algún día me gustaría preguntarle ¿por qué la mató? Quisiera saber qué lo movió hacerlo, él siempre me decía que la amaba y que quería casarse con ella. No podía creer que se convirtiera en ese monstruo, en ese animal”.
El juez de control y enjuiciamiento del Poder Judicial de Veracruz, José Clemente Zorrilla, le dictó prisión preventiva de dos años y posteriormente el 30 de julio, lo vinculó a proceso: “Los datos de prueba entregados por la fiscalía fueron suficientes para vincularlo. Puede recibir una sentencia bastante amplia de acuerdo al Código Penal”.
Pena máxima
Claudia Juana recuerda que continuó su lucha, no sólo para detener al asesino de su hija, sino para intentar proteger a otras mujeres: “Si se lo hizo a mi hija, se lo puede hacer a otras, las veces que quiera, sin dolor alguno. Si mató a otras, no lo sabemos, pero por lo menos tiene que pagar por lo que le hizo a mi hija”.
“Yo nunca perdí la esperanza, entraba en desesperación, pero jamás me resigné. Ayudaba a compañeras a difundir las caras de otros feminicidas. Imagínese, Luis Gustavo andaba aquí donde cometió su crimen y ni miedo le daba. Es mucha la impunidad, por eso ni siquiera tenía miedo, si así hubiera sido, hubiera andado más discreto, no hubiera salido a lugares tan públicos como un concierto: Mi abogada me decía: cuando más se confié, ahí lo vamos a encontrar. Y así fue gracias a Dios”.
Añade: “Nunca es tarde para hacer justicia. Mucha gente me ha buscado para felicitarme, yo se los agradezco pero la lucha sigue. Espero que no lo dejen libre y que le den la pena máxima, 70 años. Confío en el juez, tengo mucha fe”.
Cuenta que en este camino de lucha conoció a otras mujeres que llevaban buscando a los asesinos de sus hijas por más de 10 años: “Ahí estamos todas, aguerridas como madres, sin límites. Existen muchos feminicidios sin castigo”.
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el año pasado se registraron en México 839 feminicidios, aunque algunos fueron catalogados como “homicidio doloso” y “homicidio culposo”. El estado de Veracruz se encuentra en cuarto lugar, con 53 feminicidios; en tercero, Nuevo León, con 60; Ciudad de México en segundo, con 65, y estado de México en primero, con 73.
La madre de Claudia Alondra agradece a la persona que avisó de la presencia de Luis Gustavo y ayudó a su captura, por eso ha solicitado se le entregue la recompensa de 250 mil pesos: “Espero que se le dé conforme a las leyes, con respeto y secrecía, aunque sabemos que lo hizo de corazón, lo merece por cumplir con su ética ciudadana”.
Pide a otras mujeres que no desistan en la lucha
Dijo que espera que el juicio se lleve a cabo con los más altos estándares que existen para juzgar un caso de feminicidio y con perspectiva de género como obligación constitucional, para que el feminicidio de su hija no quede impune.
Las emociones de Claudia Juana se acumulan. Dice que los últimos días ha soñado a su hija y se despierta cansada, como si no hubiera dormido nada. Durante las audiencias la invade la ansiedad y deja de comer.
“En la última audiencia, ya cuando lo vincularon a proceso, me sentí mejor. Siempre llevo su foto de graduación que le tomaron unos días antes, con su birrete. Es una foto emblemática. A veces nos da la depre.”
Sin embargo, la mujer anima a otras madres a continuar su lucha por la justicia: “Les diría que no desistan, que no se den por vencidas, que vean que sí se puede, que no pierdan la esperanza. En algún momento va aparecer esa luz. Yo lo pedí con todas mis fuerzas y sucedió; siempre voy a pedir por ellas, porque somos unidas y nos apoyamos”.
Su hija Cassandra tiene 24 años y la acompaña: “Mi hija me ha dado su amor y eso me ayuda bastante. El año pasado exhumamos el cuerpo de Claudia Alondra, aquí tengo sus cenizas y ya le pude decir: “¡Por fin, hija, por fin tu asesino está en la cárcel!”.