Jueves 31 de julio de 2025, p. 19
La emisión de notas precapitalizadas por 12 mil millones de dólares para dar liquidez a Petróleos Mexicanos (Pemex) no necesariamente implica más deuda pública, apuntó María del Carmen Bonilla, titular de la Unidad de Crédito Público y Asuntos Internacionales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Explicó que la medida busca optimizar el costo financiero del sector público, no sólo de Pemex, con la amortización de los vencimientos de deuda de 2025 y 2026 que enfrenta la petrolera. No lo vería como una medida de último recurso. Llevamos más de 8 meses revisando la operación
, enfatizó Bonilla, al dar cuenta de que al final se logró un buen costo en la colocación.
El objetivo es cubrir deuda cara con una menos costosa, con lo que no necesariamente aumentará el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) –la medida más amplia de la deuda pública, dado que incluye los pasivos de las empresas estatales, bancos de inversión y del gobierno federal–.
Sin embargo, en conferencia de prensa, los funcionarios hacendarios no explicaron en qué proporción la deuda del gobierno federal está amortiguando el endeudamiento cero de Pemex. Sobre todo si se tiene en cuenta que los pasivos gubernamentales han aumentado en 10 puntos del PIB desde 2018 (bit.ly/3ITpoXt).
En representación de Édgar Amador Zamora, secretario de Hacienda, Bertha Gómez Castro, subsecretaria de Ingresos, presidió la conferencia y adelantó que en 2026 se contempla de nueva cuenta una línea presupuestal para apoyar a Pemex, pero el monto se dará a conocer una vez que se presente el paquete económico del próximo año.
En los informes de finanzas públicas al segundo trimestre de 2025, Hacienda reportó que el SHRFSP alcanzó 17 billones 796.6 mil millones de pesos en la primera mitad de 2025, 6.8 por ciento más respecto a lo registrado en el periodo comparable del año pasado, y se ubicó en 49.5 por ciento del PIB.
El gasto público cayó 3.8 por ciento respecto a lo registrado en 2024. La baja no sólo se recargó en los ramos autónomos, sino también en las erogaciones de las secretarías de Estado. A contracorriente, el costo financiero de la deuda –los pagos por intereses y administración de los pasivos– sigue en aumento; alcanzó 700 mil 474.9 millones de pesos en la primera mitad del año, 10.8 por ciento más que lo registrado en 2024.
La recaudación tributaria creció 8 por ciento real anual. No obstante, los ingresos petroleros siguen cayendo. En la primera mitad del año, se desplomaron 22 por ciento respecto al mismo lapso de 2024.