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Los de abajo

Casa Tochán, hogar para miles de migrantes, cumple 14 años

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efugio, cobijo, albergue, familia y más ha sido la Casa Tochán para miles de personas en condición de migrantes que llegan a la Ciudad de México después de atravesar un verdadero calvario desde sus países de origen. Gabriela Hernández, el motor de este lugar que esta semana cumple 14 años de abrir sus puertas, sabe que ella y su equipo no pueden sustituir a las familias, pero sí brindar un espacio donde se sientan más acompañados y más comprendidos. Y es lo que hacen.

El Albergue Tochán, (nombrado así antes que Casa), fue primero refugio (en la década de los 80) de personas que huían de las guerras de El Salvador y Guatemala. Luego, al calor de la tragedia e indignación mundial que provocó el asesinato de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, el gobierno federal ofreció visas humanitarias pero, por supuesto, sin prever dónde y cómo serían alojadas las personas que lograran cruzar la frontera sur del país, dejando el problema a organizaciones de derechos humanos, muchas vinculadas a la iglesia progresista, como Tochán.

en estos 14 años, Gabriela Hernández ha vivido de cerca la transformación del flujo de personas en tránsito. De hombres solos que soñaban con llegar a Estados Unidos, a familias completas, cada vez con más niños. En ciertos momentos, los albergues de la capital del país se han desbordado, como cuando llegó un grupo enorme procedente de Haití y Tochán, siendo una casa sólo para hombres, abrió sus puertas para familias completas.

La exposición de aniversario Memorias del camino muestra parte de las dosis de alegría, la conexión con actividades lúdicas, torneos deportivos, diversos talleres, comidas y trabajos colectivos, que logran que esta Casa sea habitada por huéspedes y no por refugiados.

Una estufa de campamento que utilizó un venezolano en su recorrido por la selva El Darién, el infierno del migrante, es parte de la muestra. Daniel la dejó antes de partir para que le brinde un poco de calor a otro compañero en el camino.

El hogar no es un lugar, es una idea que llevamos dentro, escribió Pico Iyer. Y ésa es la esencia de este imprescindible espacio definido por la dignidad y el amor. Larga vida para Tochán, próxima quinceañera.