Estados
Ver día anteriorMartes 8 de julio de 2025Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Sonora: exigen la pena máxima para el asesino de una mujer y sus tres hijas

Vinculan a proceso a Jesús N, acusado de los crímenes // Era pareja de Margarita e integrante de una célula delictiva

Foto
▲ Los restos de Margarita y sus hijas Karla, Meredith y Medelín, todas menores de edad, fueron veladas ayer en la casa de la abuela paterna de las niñas en Hermosillo, Sonora.Foto Cristina Gómez Lima
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 8 de julio de 2025, p. 24

Hermosillo, Son., Carlos Antonio Tapia Trujillo, padre de tres niñas asesinadas y ex esposo de Margarita, quien también fue ultimada presuntamente por Jesús Antonio, integrante de una célula criminal que opera en esta ciudad, exigió que se castigue con todo el peso de la ley al responsable del homicidio múltiple; en tanto, organismos defensores de derechos humanos repudiaron los homicidios, que conmocionaron a la comunidad sonorense.

En entrevista con La Jornada, Tapia Trujillo expresó: “Me duele mucho la verdad y quiero que se haga justicia por las cuatro (…). Ojalá que caigan todos los muchachos quehicieron esto (en alusión a que podrían ser más de un responsable), que se haga justicia con la sentencia máxima”.

Margarita, de 28 años, y sus tres hijas Meredith y Medelín, gemelas de 11 años, y Karla, de 9 años, fueron encontradas muertas a balazos en dos puntos de la comisaría Miguel Alemán, en el poniente de Hermosillo.

El fiscal del estado, Gustavo Salas Chávez, informó ayer de la vinculación a proceso de Jesús Antonio N, acusado de feminicidio agravado y homicidio infantil en perjuicio de Margarita N y sus tres hijas menores de edad.

Según la investigación, el 3 de julio, el imputado –quien mantenía una relación sentimental ocasional y afectiva con Margarita– viajó con ella y las niñas a Bahía de Kino.

A las 20 horas, al llegar al entronque de la carretera 36 con la Hermosillo-Bahía de Kino, disparó contra Margarita y abandonó su cuerpo a un costado de la vía, donde fue localizado el 4 de julio. Luego avanzó siete kilómetros con las menores, las bajó del vehículo y las mató; sus cuerpos fueron encontraron al día siguiente.

El homicida, identificado como sicario de una célula criminal que opera en la capital de Sonora, fue capturado en flagrancia el 6 de julio por la Agencia Ministerial de Investigación Criminal.

En su domicilio aseguraron tres teléfonos de las víctimas y una póliza de seguro de vida a nombre de Margarita, donde él destacaba como beneficiario de 300 mil pesos.

Además, se confirmó que el arma asegurada, una pistola Ruger calibre 5.7x28 milímetros –conocida como matapolicías– coincidía balísticamente con los casquillos hallados en las escenas de los crímenes, y el detenido presentó residuos de pólvora.

Salas Chávez explicó que al asesino se le encontró droga y el arma que portaba utiliza proyectiles muy específicos para atacar a quienes utilizan chalecos blindados; se trata de un arma de uso exclusivo del Ejército y fuerzas armadas.

Hallaron el fin de semana los cuerpos de las víctimas

Los cuerpos de las víctimas fueron descubiertos el fin de semana en dos puntos de la carretera 36 Norte. Primero el de Margarita, con huellas de violencia y heridas de bala; al día siguiente, integrantes del colectivo Buscadoras por la Paz localizaron a las tres niñas, abrazadas bajo un árbol, también con signos de violencia.

En un ambiente de dolor, indignación e impotencia, los cuerpos de madre e hijas fueron velados ayer en la casa de la abuela paterna, en la colonia Insurgentes, al norte de Hermosillo.

Decenas de amigas, amigos, vecinos y compañeros de escuela de tercero y sexto de primaria acudieron a despedir a las menores.

Por su parte, Rafael Acuña, presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Sonora, refirió que el Código Penal estatal contempla una pena máxima de hasta 70 años de prisión para delitos como éste.

La penalidad es muy alta por el tipo de delito y número de víctimas, declaró a los representantes de los medios.

Se supo de esta tragedia gracias al colectivo Buscadoras por la Paz. Cecilia Delgado Grijalva, su dirigente, relató que una llamada anónima alertó sobre la ubicación de los cadáveres. “Nunca nos dijeron que eran niñas. Fue muy aterrador, algo muy fuerte… A lo largo de estos años he visto de todo, pero nada me había impactado tanto como la escena de ellas, abrazadas, protegiéndose y con una cara de terror”, compartió.