Noruega anuncia abstención
Miércoles 11 de diciembre de 2024, p. a12
Ginebra. La Copa Mundial de 2034 en Arabia Saudita será ratificada hoy, aunque el proceso ha sido muy criticado y puesto en tela juicio por sus procedimientos y falta de respeto a los derechos humanos en ese país.
La Federación de Futbol de Noruega prevé abstenerse de dar su aprobación con el argumento de que la FIFA ha hecho muy poco para proteger los derechos humanos en torno del certamen.
Las propias directrices de la FIFA sobre derechos humanos y diligencia debida tampoco han sido adecuadamente integradas en el proceso, lo cual eleva el riesgo de violaciones a los derechos humanos
, dijo en un comunicado Lise Klaveness, presidenta de la federación noruega.
Las 211 federaciones que in-tegran la FIFA celebran hoy una reunión en línea para ratificar la decisión de otorgar a Arabia Saudita el Mundial de 2034 y conceder la edición de 2030 a un proyecto de seis naciones (España, Portugal, Marruecos, Uruguay, Argentina y Paraguay).
Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay presentaron una candidatura conjunta para albergar la Copa de 2030 en 2022. Sin embargo, la FIFA anunció en 2023 que esos países de Sudamérica recibirán sólo un partido cada uno de ese Mundial para conmemorar el centena-rio del torneo, antes de que la acción se traslade a Marruecos, España y Portugal.
La votación de este miércoles no es sobre quién obtiene las Copas del Mundo 2030 y 2034, eso ya ha sido decidido
, reconoció Klaveness, quien añadió que la aprobación del organismo rector del futbol sin una votación detallada no se alinea con los principios de un sistema de gobernanza sólido y predecible
.
El año pasado, la FIFA configuró las contiendas para que se presentara sólo una candidatura pa-ra cada Mundial, limitando las críticas externas, mientras el organis-mo y su presidente Gianni Infantino continuaban construyendo lazos financieros y políticos más profundos con Arabia Saudita.
El reino árabe tiene un plan de construcción colosal de estadios, hoteles y sistemas de transporte para la Copa del Mundo, que dependerá en gran medida del trabajo de los migrantes.
Esto genera preocupaciones de que la FIFA está invitando a una repetición de los desafíos y muertes que enfrentaron trabajadores en Qatar durante los preparativos para albergar la edición de 2022. Noruega y Klaveness también presionaron a la FIFA y a Qatar antes de ese torneo.
La evaluación interna del rector del balompié sobre la oferta saudita calificó el torneo de un riesgo elevado, aunque con oportunidades significativas para un impacto positivo en los derechos humanos
, lo que según algunos activistas no fue sino un intento por encubrir los problemas reales.
Un informe sobre derechos humanos en Arabia Saudita, encomendado por la FIFA, fue encargado a un despacho de abogados estrechamente vinculado al reino, y comprometió a los organizadores de la Copa a trabajar sólo con agencias nacionales aprobadas por el Estado más la Organización Internacional del Trabajo respaldada por la ONU.
Mientras tanto, un nuevo documental en Netflix consagrado al futbol saudita saca a la luz estadios llenos y estrellas mundiales del balón, pero está en duda su eventual influencia en un lavado de imagen del emirato.
Repartida en seis episodios, Saudi Pro League: Kickoff se estrenó sólo tres semanas antes de la votación en el Congreso de la FIFA.
Esta elección constituirá una etapa crucial en la estrategia del príncipe heredero Mohammed bin Salmán, dirigente de facto del reino, que utili-za el deporte de mecanismo de refuerzo de la influencia de Arabia Saudita y para lavar la imagen en el exterior de este gigante del petróleo.