El arbitraje implica dar sentido a la duda, defender la premisa original de sancionar infracciones y hacer valer las reglas del juego. La idea de que esa labor favorece al América en finales genera preguntas y suspicacias sobre el juicio de los silbantes. Pocos equipos entienden el criterio en que se basa la aplicación del reglamento. Cruz Azul acusó al árbitro Adonai Escobedo el domingo de una acción deliberada en su eliminación ante las Águilas, al no señalar un penal en favor de la misma manera en que lo hizo en contra. Hace seis meses, la historia fue la misma.

Los violentos reclamos de directivos e integrantes del cuerpo técnico de La Máquina, en el pasillo que conecta a los vestidores del estadio Ciudad de los Deportes, fueron documentados por la Comisión Disciplinaria y generaron a su vez la defensa de varios ex silbantes sobre su gremio. Es un despropósito decir que el América está en la final por ayuda de los árbitros, responde el ex colegiado Francisco Chacón sobre el compilado de videos que circula en redes sociales de recientes decisiones controvertidas.

Como en junio de este año en el estadio Azteca, cuando el silbante Marco Antonio Ortiz contravino la opinión de sus asistentes en el VAR y marcó un polémico penal que le dio el título a las Águilas, la final de este torneo no está lejos de la sospecha. La protesta de Cruz Azul recoge una imagen de la posición de dos jugadores americanistas en campo rival, segundos antes de la reanudación del juego tras el empate 3-3 en la semifinal de vuelta. El VAR pudo haber intervenido y no lo hizo, reconoce Chacón luego de que dicha omisión desencadenara el 4-3 y definiera el pase a la serie por el título contra el Monterrey.

La Comisión de Árbitros difundió el lunes los audios y videos del penal sancionado por Escobedo, en una acción en la que el argentino Carlos Rotondi carga por la espalda a Erick Sánchez. Pero no ofreció detalles de una falta parecida de Néstor Araujo sobre el delantero de La Máquina, Gabriel Toro Fernández, ni del incumplimiento de la regla 8, correspondiente al comienzo y reanudación del partido. Cuando un equipo marque un gol, el adversario reanudará el juego con un saque inicial, refiere el documento, por lo que en caso contrario se repetirá la jugada.

En Cruz Azul consideran que nada de lo que ocurrió fue casual. Opinar sobre eso no aporta ya nada, no cambiará las cosas de como están, argumenta el ex internacional Edgardo Codesal tras varios años de escuchar la misma sentencia sobre un presunto favorecimiento hacia el actual bicampeón. Como él, otros silbantes coinciden en que el VAR no está capacita-do para revisar la invasión de uno o más elementos en un saque inicial, aunque en la última jugada le jugó una mala pasada (a Escobedo), porque es polémica, sostiene Eduardo Brizio, mientras el América, finalista, desestima cualquier tipo de cuestionamiento.

Nos da igual lo que digan

Desde el lunes que la Liga Mx anunció su cambio de sede al estadio Cuauhtémoc, el plantel que dirige el brasileño André Jardine prepara su tercera final consecutiva sin detenerse en lo que acusan otros del arbitraje. Nos da igual, que digan lo que quieran. Para mí, eso es irse a la fácil, dice el mediocampista español Álvaro Fidalgo, en las horas previas a su pri-mer enfrentamiento con el Monterrey en la ciudad de Puebla.

Como en el futbol la polémica se renueva en cada partido, la designación de los silbantes adquirió desde ayer mayor relevancia. La Comisión de Árbitros informó que Víctor Cáceres y César Ramos, ambos con gafete FIFA, dirigirán los partidos de ida y vuelta de la final del futbol mexicano, respectivamente, debido a su desempeño durante la fase regular. Marco Antonio Ortiz, señalado hace seis meses y quien también se perfilaba en la terna, quedó fuera.

“Este fenómeno del famoso ‘Ódiame más’ confirma el modelo de entretenimiento por el que El Tigre Azcárraga tomó este equipo, es su razón de ser”, explica el doctor Hugo Sánchez Gudiño, investigador en la UNAM, sobre un estigma que ha acompañado a las Águilas a lo largo de su historia. Más que afectar en algo su procedimiento, la Comisión Disciplinaria prepara una multa económica a Cruz Azul por los incidentes en la semifinal de vuelta y los insultos en contra del arbitraje.