La prioridad tras el descarrilamiento del Tren Transístmico es “la recuperación de los heridos y el acompañamiento a las familias de personas fallecidas”, destacó ayer la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo antes de trasladarse a los hospitales donde se atiende a los lesionados.

Desde el inicio de la mañanera, sostuvo que la segunda prioridad es “esclarecer con mucho rigor lo que ocurrió”, así como garantizar la seguridad del tren para reanudar sus operaciones.

“Son, en orden de importancia, las tres acciones que estamos desarrollando en coordinación con otras instituciones y, como siempre, vamos a actuar con mucha seriedad y responsabilidad en este caso, como en otros”, insistió, tras expresar nuevamente su pésame y solidaridad a los familiares de las víctimas.

Explicó que la Fiscalía General de la República (FGR) ya realiza la investigación sobre las causas del accidente del domingo pasado en Oaxaca, el cual dejó 13 muertos. Por su parte, la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario también debe hacer una revisión conforme a las normas en la materia.

Interrogada sobre las declaraciones de quienes afirman que el tren viajaba a alta velocidad, la Presidenta se pronunció por no especular y esperar a los resultados de la investigación. Dio a conocer que el conductor resultó lesionado, y corresponde a la FGR recabar su declaración, así como las del resto de pasajeros.

“La fiscalía debe hacer todos los peritajes, tienen que saber qué pasó con la locomotora, las vías, y también la manera de conducir, entre otras cosas”, apuntó.

Por medio de un enlace desde Ciudad de Ixtepec, Oaxaca, el secretario de Marina, Raymundo Pedro Morales Ángeles, detalló que el domingo a las 9:28 horas, a su paso entre la población de Nizanda y Chivela, en la ruta de Salina Cruz a Coatzacoalcos, se descarrió una de las locomotoras del Tren Interoceánico, lo que ocasionó que otros cuatro vagones también se salieran de las vías.

El primero se deslizó sobre el talud a 6.5 metros de profundidad; el segundo quedó parcialmente suspendido y los otros dos no presentaron daños graves. Informó que de las 250 personas que se encontraban a bordo, 109 fueron atendidas en algún hospital, y hasta la mañana de ayer, 44 seguían internadas.

Subrayó que el sitio “se encuentra todo bajo cadena de custodia”, incluido el registrador electrónico, conocido como Pulser, dispositivo que funciona como una caja negra ferroviaria, la cual registra de forma continua datos sobre la operación del tren, como velocidad, posición del acelerador, presiones del freno, dirección de avance y otras señales críticas de la locomotora.

Expuso que como protocolo de seguridad, hora y media antes del recorrido del tren, un vehículo denominado hi-rail o camioneta exploradora circula sobre las vías para inspeccionarlas.

“En esta ocasión, informó que las vías se encontraban en buenas condiciones para circular el tren. Este procedimiento es clave porque permite detectar a tiempo cualquier problema causado por condiciones meteorológicas o desperfecto inesperado. Una vez que la camioneta concluye su recorrido reporta y, en este caso, repito, dijo: sin novedad.”

Apuntó que el ferrocarril cuenta con pólizas de seguro. Una es para los viajeros, “con la que ampara la cobertura de responsabilidad civil de pasajeros: muerte accidental, incapacidad permanente o total, gastos funerarios, incapacidad temporal, incapacidad permanente parcial, orientación médica telefónica, orientación sicológica, consulta de médico general y pérdida de equipaje”, y una póliza más para el equipo ferroviario y la infraestructura.

La Presidenta enfatizó que todos los proyectos ferroviarios del gobierno federal, así como el resto de obras, se realizaron con los requisitos técnicos y certificados de seguridad.