l encuentro se ubica en el marco del 32 aniversario del alzamiento zapatista en 1994 y se está realizando en el Cideci-Unitierra en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, a partir del 26 de diciembre para concluir el día 30. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) informó que están presentes más de mil asistentes de 40 geografías, además de 500 indígenas zapatistas de distintas raíces tzeltales, tzotziles, ch’oles, tojolabales, zoques, mames, calchikeles y mestizos. Aclaro que esta colaboración , por su calendario regular, sólo incluye las intervenciones de los primeros tres días. El 31 de diciembre y 1 de enero de 2026 se tiene programada una fiesta y baile popular en el caracol de Oventik.
Es significativa la participación en todas las sesiones de la Comisión Sexta Zapatista. El subcomandante insurgente Moisés y el capitán Marcos. Ellos inauguraron el bien llamado semillero. El capitán Marcos explicó que les pidieron a sus invitados un “análisis sobre las pirámides y los manejos de las historias en el sistema económico, los malos gobiernos, las leyes y la estructura judicial, los movimientos de resistencia, las izquierdas y el progresismo, los derechos humanos, la lucha feminista y las artes”.
Señaló que se les pidió que expongan sus ideas para que ayuden al pensamiento crítico de los asistentes, así como en la formulación de acciones de resistencia y rebeldía, además de que sus intervenciones no se suscriban a las coyunturas actuales. “Les pedimos semillas de mediano y largo aliento que resistan y se rebelen a la avalancha de lo inmediato”. Por su parte, dijo, los representantes del EZLN tratarán de no repetir obviedades que abundan en los medios de comunicación.
En su intervención inicial, mostró elementos centrales que sustentan la desaparición de los estados nacionales en contextos neoliberales. Señaló que en esa imposición de ideas se ubica al robo de la mitad del territorio mexicano por parte de Estados Unidos en 1848, la Conquista española y otros momentos de transformación en México, incluida la 4T. Y preguntó: “¿Sí creen que el gobierno mexicano exigirá disculpas al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por la llamada Guerra del 47? Esperen sentados”. Y agregó que cuando los zapatistas comunican su pensamiento, “les hablamos a ustedes, pero estamos mirando lejos en el calendario y la geografía”.
El subcomandante insurgente Moisés, en sus diversas intervenciones, abordó el contexto de la definición del proyecto de lo común, en especial el eje de la no propiedad y la complejidad de fortalecer la convicción en el conjunto del zapatismo sobre ese proyecto, sus prácticas desde las nuevas estructuras creadas con la desaparición de las juntas de buen gobierno que en encuentros anteriores han abordado vinculado a la formación de la pirámide no sólo en los estados, también en esos espacios. Se trata, considero, de ubicar la dinámica del poder.
Desconozco si para el próximo 1º de enero tienen prevista una declaración política en torno al aniversario 32, pero por lo pronto en el semillero ubicaron y reconocieron su historia y su horizonte. Fue muy importante la distinción que planteó el subcomandante Moisés entre la lucha por medio de la violencia y la mayor complejidad de una lucha política pacífica como la que entraña la definición de lo común.
La segunda sesión giró en torno al uso de la historia como estrategia de la clase política.
Raúl Romero señaló el uso y abuso de la historia por parte de las clases dominantes para someter a las clases dominadas. Ante ello, “los pueblos oprimidos luchan por recuperar su historia”, y abundó en ejemplos de una suerte de contrahistoria oficial en casos graves. Por su parte, en ese mismo eje, Carlos Aguirre Rojas distinguió entre la historia en torno a hechos concretos verídicos y las muy diversas interpretaciones sobre los mismos que pretenden borrar esos hechos. Planteó una crítica radical a las corrientes, sobre todo académicas de la colonialidad , la decolonialidad y la poscolonialidad, pues esos enfoques finalmente colocan en factores externos la fuente y origen de las problemáticas actuales al interior de los países.
La tercera sesión tuvo como eje los derechos humanos y en ella tanto Tamara San Miguel como Eduardo Almeida, del Nodo de Derechos Humanos (Nodho), abordaron su persistente violación y reconstruyeron sus estrategias de defensa siempre en acompañamiento a las víctimas y las disyuntivas de seguir exigiendo por la vía jurídica. La abogada Bárbara Zamora enfocó su intervención en el análisis sobre el contenido discriminatorio propiciador del despojo de las leyes ubicado en la contrarreforma salinista al 27 constitucional, la ley agraria, la de hidrocarburos, la minera y el código civil, y concluyó con el impacto de las reformas recientes en materia del juicio de amparo. En suma, el semillero zapatista es una compartición política que ha sido preocupación activa a lo largo de su historia.











