stamos visitando de nuevo Zihuatanejo, disfrutando de la amabilidad y relajamiento de sus habitantes, de la variedad de sus comercios, de la diversidad de sus restaurantes y cocinas.
Zihuatanejo, cuyo nombre se deriva del náhuatl “lugar de mujeres”, es famoso por su ambiente de pueblo pesquero y destino turístico del Pacífico mexicano, y fue designado Pueblo Mágico en 2023. Junto a Ixtapa conforma un destacado centro de turismo nacional e internacional.
Aunque hemos venido a esta ciudad de 126 mil habitantes infinidad de veces, esta vez me percato de algo nuevo. Zihuatanejo se extiende sobre una hondonada, sobre un valle intermontano, y sus construcciones no se restringen a sus partes planas, sino que ocupan por igual todas las laderas, creando un paisaje de mosaicos urbano-forestales en equilibrio. Vista desde el espacio mediante el Google Earth, la ciudad aparece nítida en lo anteriormente señalado.
Con este descubrimiento, me dedico a sacar fotos de las laderas en los cuatro puntos cardinales. Todas intercalan casas habitación en áreas arboladas, desde la base hasta la cima. El resultado es impresionante.
Hay una cierta armonía que no es fácil de explicar. ¿En cada casa existe una conciencia del valor de lo agroforestal?, ¿esto es resultado de un plan gubernamental o de alguna organización civil?
Las respuestas sólo vendrán llevando a cabo trabajos de campo, y levantando entrevistas en las familias y en las casas habitación. Pero todo indica la existencia de un manejo ecológico en las familias.
De gran importancia es el tema de la alimentación, pues todo indica que su variedad gastronómica proviene de lo que las familias cultivan y extraen de sus propios predios. No hay otra manera de explicar la enorme variedad de platillos que allá se ofrecen.
Zihuatanejo tiene una larga historia, pues en la época prehispánica fue un sitio importante para la nobleza tarasca como santuario y puerto: el rey Caltzontzin lo eligió como lugar de descanso, creando un rompeolas en la playa Las Gatas.
Durante la Colonia, cobró importancia con barcos europeos fondeando para aprovisionarse de maderas y minerales. De ahí surgieron la playa La Madera, nombrada así porque los lugareños llevaban roble y pino a la bahía para embarcar, y la playa La Ropa, por las sedas y telas finas que llegaron a la orilla tras el naufragio de un galeón de oriente.
Como pueblo pesquero sirvió de punto logístico para José María Morelos, convirtiéndose en municipio en 1953 y evolucionando hacia un destino turístico internacional junto a Ixtapa, manteniendo su encanto natural y sus raíces culturales.
En resumen, la ciudad de Zihuatanejo es un asentamiento urbano con atributos ecológicos que debe ser objeto de sendos estudios, y un caso especial de enorme interés.











