Martes 30 de diciembre de 2025, p. 19
Dadas la inflación, la volatilidad geopolítica y la evolución del dólar, metales como el oro, la plata y el platino brillaron en 2025 y se encaminan a cerrar su mejor año en varias décadas.
Pese el tropiezo de la antepenúltima jornada del año, el precio del oro ronda niveles récord, de 4 mil 362 dólares la onza troy. El metal amarillo acumula una ganancia de 63 por ciento en 2025 y los analistas prevén que tendrá su mejor año en por lo menos cinco décadas, debido en parte a la debilidad del dólar y a las compras récord de los bancos centrales.
Así, los títulos referenciados (ETF, por sus siglas en inglés) físicos lograron récord de entradas y los bancos centrales siguen comprándolos.
Para TransEconomics, las carteras que contienen renta variable están agregando mineras de metales preciosos como una sobreponderación en acciones. “Esto funciona como cobertura contra la inflación y también es una jugada basada en la inercia”.
Por su parte, la notable racha alcista de la plata en los dos años recientes le ha hecho recuperar su reputación como activo de alto rendimiento y doble propósito.
Tras años de bajo desempeño desde su máximo de 2011 por arriba de 48 dólares, la plata ha vuelto con fuerza. Después de subir 21 por ciento en 2024, se disparó más de 140 por ciento en 2025, más que el oro, y alcanzó un récord histórico por arriba de 72 dólares la onza.
“Es la primera vez en más de una década que la plata ofrece el rendimiento que los inversionistas esperan en relación con el oro, lo que subraya su creciente importancia como activo industrial y de inversión”, sostuvo Carolane de Palmas, analista de ActivTrade.
Precisó que el problema radica en la naturaleza de la producción de plata: sólo alrededor de 30 por ciento proviene de minas primarias, mientras la mayoría se extrae como subproducto de otros metales como zinc, cobre y oro. Esto limita la capacidad de aumentar rápidamente la producción para satisfacer la demanda creciente.
La demanda de inversión también ha sido crucial en el resurgimiento de la plata. En 2025 los inversionistas recurrieron a los metales preciosos como activos de refugio y diversificación. “La plata se benefició tanto de este atractivo como de ser más asequible que el oro. Su menor capitalización de mercado implica que entradas relativamente modestas pueden generar alzas de precio desproporcionadas”, detalló De Palmas.











