Lunes 29 de diciembre de 2025, p. 7
Los ingresos propios de los estados han ido en aumento, debido a las reformas fiscales y al incremento a las tasas de sus impuestos, que les permiten captar más recursos, explicó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en un reporte a la Cámara de Diputados.
Del total de su gasto, el segundo más relevante es el de servicios personales –24 por ciento–, y de éstos, 60 puntos porcentuales se destinan al pago de la nómina magisterial, según explicó la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas.
También las participaciones federales han ido en aumento y, como proporción del PIB, “son las más altas de la historia; en 2018 representaban 3.49 por ciento del PIB; al cierre de 2024 representaron 3.69”, y al tercer trimestre de 2025 se había transferido un monto mayor al estimado.
De enero a octubre de 2025 se pagaron a los estados 941 mil 543 millones de pesos de los fondos referenciados a la recaudación federal participable, esto es 0.7 por ciento más en relación a lo programado por 935 mil 16 millones de pesos, informó la oficina a cargo de Fernando Renoir Baca Rivera.
Asimismo, derivado de las diversas reformas fiscales implementadas por los estados entre 2022 y 2024, “se ha visto un incremento de los ingresos propios; en 2018 representaron 1.16 por ciento del PIB y para 2024, cerraron en 1.43”, indicó.
“Durante mucho tiempo, la hacienda pública local permaneció en un coeficiente menor a uno por ciento del PIB, sumados los 32 estados, y ahora estamos cerrando en un coeficiente de 1.45, es decir un crecimiento de 30 por ciento”.
Dijo que si bien este cambio puede no ser relevante en números macroeconómicos, “significa que recaudaban 300 mil millones de pesos en 2021 y ahora más de 600 mil en términos nominales y en reales significan un coeficiente mayor a 40 por ciento real”.
Declaró que la estabilidad financiera de los estados se explica también a partir de las medidas de contención de la deuda incluidas en la Ley de Disciplina Financiera aplicadas desde 2016.
Esto ha permitido una reducción relevante del saldo de la deuda estatal, pues mientras en 2015 ascendió a 3.1 por ciento del PIB, ahora está en 1.9 e incluso planteó un escenario de que, en dos o tres años, por primera vez, los ingresos de los estados sean mayores que el saldo de su deuda pública.












