El año que termina ha sido un periodo de gran relevancia para la danza nacional e internacional. En México destacó el nombramiento de la bailarina Elisa Carrillo Cabrera como directora de la escuela de ballet John Cranko, de Stuttgart, Alemania, convirtiéndose en la primera mexicana en liderar esa institución.

La bailarina, originaria de Texcoco, estado de México, conocida por su carrera en el Ballet de Stuttgart, asumirá el cargo en enero de 2026.

Además, en 2025 la premio Benois de la Danse interpretó por última vez Bolero, icónica coreografía de Maurice Béjart, en una gala realizada en el Auditorio Nacional, en la Ciudad de México.

A su vez, el jalisciense Isaac Hernández hizo historia en el mundo del ballet al debutar en junio pasado como bailarín principal del American Ballet Theatre (ABT), en la Metropolitan Opera House (Met) de Nueva York. Fue el primer mexicano en pisar ese recinto como parte del elenco del ABT, una de las compañías más prestigiosas del mundo.

Después de sus presentaciones en Nueva York, Hernández regresó a México para participar en el espectáculo Despertares el 30 de agosto. El bailarín sigue demostrando su talento y técnica en los escenarios más importantes del mundo.

Anfitrión mundial

Este año, México fue anfitrión de importantes agrupaciones internacionales, como la compañía Wayne McGregor, conocida por su innovador enfoque en la danza contemporánea. El grupo artístico ofreció presentaciones en la capital del país y en Guanajuato, dentro del Festival Internacional Cervantino.

El coreógrafo danés Palle Granhøj y su compañía presentaron la obra Una Eva y un Adán en el encuentro de Cuévano y en el Festival Cultura UNAM.

Última Vez, compañía del belga Wim Vandekeybus, llegó al país en septiembre con su obra Void, interpretada por personajes alejados de las normas sociales.

El coreógrafo taiwanés Chuang Po-Hsiang presentó en el Festival Cultura UNAM su obra Palingenesis, en torno al ciclo de vida.

Pérdidas

Lamentablemente, 2025 también fue un año de pérdidas para la comunidad dancística. Figuras destacadas del arte de Terpsícore en México y el mundo conmovieron con su partida. El coreógrafo de los Países Bajos Hans van Manen murió el pasado 17 de diciembre. Fue uno de los más grandes maestros del ballet contemporáneo mundial.

El 18 de noviembre, el bailarín y coreógrafo Federico Castro, integrante del extinto Ballet Nacional de México, falleció a los 92 años, lo mismo la maestra Nieves Paniagua, fundadora de la Compañía Nacional de Danza Folklórica, a los 91 años, el 30 de mayo.

En contraste, la maestra y coreógrafa Rossana Filomarino celebró 80 años de vida y 60 de trayectoria artística este 2025. Es creadora de más de 70 coreografías, entre ellas Migrantes, Sol de viento, A mis soledades voy y Los jardines del alma.

El Centro de Producción de Danza Contemporánea tuvo varias presentaciones este año; una de las funciones que atrajo la atención del público fue Se nos quedaron ellos, coreografía de Francisco Córdova.

Con la dirección de Érick Rodríguez, la Compañía Nacional de Danza se consolidó como un laboratorio creativo de lenguajes dancísticos clásico, neoclásico y contemporáneo.

A lo largo de un año, el grupo realizó más de 90 presentaciones artísticas; entre las piezas que interpretaron figuran El lago de los cisnes, Giselle, Coppélia, ATMAN y El cascanueces.

El coreógrafo Rodrigo González con La Infinita Compañía presentó en el Palacio de Bellas Artes la obra Réquiem de Mozart, con 40 bailarines en escena, mientras Raúl Tamez obtuvo por segunda ocasión el Premio Nacional de Danza Guillermo Arriaga, en la categoría A, Trayectoria Consolidada, por su obra Flores negras para Violeta, propuesta dedicada a la maternidad y la violencia de género.

Las agrupaciones Taller Coreográfico de la UNAM (TCUNAM), Barro Rojo Arte Escénico y Nemian también destacaron por sus propuestas coreográficas en la programación del país.

El Encuentro Nacional de Danza 2025 celebró en noviembre su décima edición, con una programación en la que participaron cerca de 700 artistas, investigadores y docentes.

En la escena internacional fue muy emotiva la despedida de Misty Copeland del ABT, en una gala repleta de estrellas reunidas en el Lincoln Center de Manhattan.

Copeland, quien interpretó papeles protagónicos en los ballets El lago de los cisnes, Don Quijote y Romeo y Julieta, fue homenajeada por su talento, perseverancia y contribución a la diversidad en la danza.

Recientemente, el Ballet Györ, con dirección y coreografía de László Velekei, estrenó Nosferatu, pieza basada en la historia de terror gótico de Bram Stoker. En la obra se explora la figura del vampirizado noble de Transilvania.

Este mes, el Béjart Ballet Lausanne presentó un programa conformado por las coreografías OSKAR, de Riva & Repele; El pájaro de fuego, de Maurice Béjart, y Real Love, de Andonis Foniadakis.

Estas presentaciones destacan la diversidad y creatividad en la danza contemporánea, y demuestran el impacto que este género tiene en la cultura y la sociedad.