lo largo de este 2025, la Cineteca Nacional confirmó una vez más su enorme capacidad de convocatoria con una audiencia superior al millón 350 mil espectadores con sus tres sedes: México, Las Artes y la flamante Cineteca Chapultepec. Con la sensibilidad, compromiso y experiencia que la caracteriza, su directora Marina Stavenhagen y su equipo de colaboradores aportaron varios elementos para el fortalecimiento de la cultura cinematográfica y la preservación de la memoria audiovisual de nuestro país estrenando 141 películas internacionales y la impresionante cifra de 77 cintas mexicanas.

No sólo eso, la Cineteca también realizó múltiples actos, entre exposiciones, ciclos, homenajes o restauraciones. No obstante, uno de sus mayores aciertos fueron las actividades gratuitas –más de 300–, a cargo del departamento de Desarrollo Académico de la Cineteca Nacional, con una asistencia que superó 22 mil espectadores, de los cuales, cerca de 4 mil asistieron de manera puntual a las 42 funciones llevadas a cabo entre enero y diciembre de 2025 en la sala 4 de la Cineteca México los martes a las seis de la tarde, del exitoso ciclo denominado “Los otros directores mexicanos de los años 60 y 70”. El propósito fue mostrar un cine nacional poco o nada conocido, realizado a la sombra de los grandes, talentosos y muy promovidos realizadores de aquel periodo, como: Arturo Ripstein, Jorge Fons, Felipe Cazals, Sergio Olhovich y más. Ciclo que contribuyó a la formación de nuevos públicos y cinéfilos cada vez más jóvenes que se fueron sumando a las presentaciones, proyección, charla y debate de las mismas.

El germen de un cine diferente surge a mediados de los años sesenta con los concursos de cine experimental, la creación del CUEC y de la Filmoteca de la UNAM y continúa con el impulso otorgado durante el sexenio de Luis Echeverría (1970-76) a la industria fílmica. Aquellos nuevos cineastas fueron responsables de obras más maduras y amargas que exponían una denuncia social y temas como el nihilismo, la sexualidad, la crisis de la pareja, la corrupción, el crimen y la violencia; ya sea desde la visión del cine independiente, la perspectiva comercial de cineastas egresados de las escuelas de cine, o a partir de las historias de directores consagrados. Así lo muestran la mayoría de las películas revisadas en esta gran retrospectiva como la emblemática y poco valorada Crates que abrió el ciclo, seguidas de: El cambio y Meridiano 100, todas de Alfredo Joskowicz que proponía la toma de conciencia de jóvenes universitarios en un México reprimido, enajenado y explotado.

Cuando el sexenio de Luis Echeverría llegaba a su fin, remató con una cinta clave que mostró con claridad las contradicciones del régimen: Cascabel (1976) de Raúl Araiza de quien también se vio Fuego en el mar, al igual que el fascinante caso de José Estrada, El Perro, quien concilió lo mejor del cine comercial del momento con un tono de denuncia crítica y humor, pero sobre todo, un gran rescate del Centro Histórico y de personajes populares de una verosimilitud excepcional y picaresca: Para servir a usted, Cayó de la gloria el diablo –la última película mexicana a la que asistió el excepcional crítico de cine Carlos Bonfil, fallecido este año al igual que otros destacados colegas como: Pepe Návar, Sergio Huidobro, Huemanzin Rodríguez, Irving Torres y Gabriel Ramírez–, Uno y medio contra el mundo y El profeta Mimí.

En suma, exitosas fueron a su vez, las presentaciones de: Tajimara, de Juan José Gurrola; Los caifanes, de Juan Ibáñez; La otra virginidad, de Juan Manuel Torres; La lucha con la pantera y Retrato de una mujer casada, de Alberto Bojórquez; Mecánica nacional, de Luis Alcoriza; La verdadera vocación de Magdalena, Naufragio y María de mi corazón, de Jaime Humberto Hermosillo; Cuando tejen las arañas, de Roberto Gavaldón; La India, de Rogelio A. González; la poco valorada El vagabundo de la lluvia, de Carlos Enrique Taboada; Mary, Mary, Bloody Mary y Alucarda, de Juan López Moctezuma; Chin Chin el teporocho y Nuevo mundo, de Gabriel Retes; El vuelo de la cigüeña, de Julián Pastor; Días de combate y Cosa fácil de Alfredo Gurrola, o Misterio / Estudio Q (1979), de Marcela Fernández Violante. La retrospectiva continuará, sumando la década de los años 80 con un cariz aún más popular y regresará a fines de enero los martes a las 18 horas en la sala 4 de la Cineteca México.