Opinión
Ver día anteriorDomingo 28 de diciembre de 2025Ediciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Servicio Universal de Salud: riesgosa capitulación frente a reformas neoliberales
E

n conferencia matutina (22.10.25) la presidenta Sheinbaun se preguntó: “cómo se va a hacer el Servicio Universal de Salud (SUS)? Con una cámara de compensación. Para eso necesitan digitalizarse todos los servicios. Llega Claudia Sheinbaum al IMSS. Yo tengo Issste pero estoy en un lugar donde no puedo acceder a mi centro de salud porque salí de la Ciudad de México y queda más cerca para cualquier tema (sea éste en específico de atención de cáncer o posteriormente vamos a hacer para todos los servicios) una clínica del IMSS, una Unidad de Medicina Familiar. El IMSS te registra y en dos meses tiene que pedirle el recurso al Issste de la atención que recibió la derechohabiente Sheinbaun del Issste que se atendió en IMSS. Para poder hacer los servicios universales se requiere digitalizar todos los servicios y una cámara de compensación para que, si me atendí en un hospital que no corresponde a mi derechohabiencia, esa institución le pueda decir al Issste, “atendí a esta persona” y se haga transferencia de los recursos; o si del IMSS se atendió en Issste, o si el IMSS-Bienestar atendió un derechohabiente IMSS. No tendría que ver con el paciente, que llega a un lugar y lo atienden. Todo lo demás lo harían las propias instituciones del gobierno”.

Mientras, la subsecretaria de Hacienda, Bertha Gómez, agregó que México “camina” hacia la transición de un SUS que “integre” a instituciones sin “restricción alguna para que una persona sea atendida en cualquier unidad” de cualquier sistema. Ello no significa “desaparición” del IMSS, IMSS-Bienestar o Issste. Ellas “tienen” responsabilidades “más allá de la atención a la salud”, como las pensiones. El SUS se refiere “única y exclusivamente a atención médica de la persona”: que pueda ser atendida, de acuerdo con la urgencia/necesidad, en “cualquier” sistema de salud “con independencia” de que tenga o no derechohabiencia. De esto “se trata”. No “desaparecen” IMSS-Issste, ni sus “responsabilidades” con trabajadores “más allá” de los servicios de salud. Los recursos destinados a salud, son “superiores” en 6.4 por ciento: se “busca” garantizar mantenimento/equipamiento de unidades, ampliar capacidad hospitalaria, del personal médico y enfermería así como el abasto oportuno de medicamentos e insumos para la atención de la población ( El Heraldo, 22.10.25).

Las reformas neoliberales a las leyes IMSS/97-Issste-2007 desfinanciaron sus servicios de salud. ¿Cuándo se las modificará para edificar un SUS? ¿El proyecto presidencial renuncia también a ocuparse de las diferentes derechohabiencias IMSS-Issste (cuota-obrero-patronal) y la gratuidad en el IMSS-Bienestar sin entrar al corazón del desafío del SUS (porque a unos les cuesta y a otros no), reduciéndolo a la cámara de compensación o intercambio de servicios interinstitucionales y a la digitalización de todos los servicios?

En pensiones, la administración de AMLO aplicó dos parches al Sistema de Ahorro para el Retiro e inició una restructuración –en curso– de la salud. La administración de Sheinbaum opera con esos dos parches pensionarios pero, en salud, activa una continuidad que monta sus propuestas (como la del SUS) sobre esas desfinanciadoras leyes neoliberales IMSS/97-Issste-2007 dejándolas intactas. ¿Con qué costo? Con que su proyecto pudiera naufragar. Previamente a proponer un SUS, pudo contemplarse que el peso de las reformas neoliberales en salud que desfinanciaron sus servicios demandaba una hoja de ruta con etapas y tiempos para fortalecer –en primer término– las instituciones involucradas, rediseñando las leyes neoliberales, y así refinanciar sus seguros de salud. Esa hoja de ruta podría, primero también, consolidar el muy publicitado IMSS-Bienestar, antes de acometer un SUS (como confirma el experimento Insabi).

Cumplidas estas etapas de la hoja de ruta, podrían entonces ponerse sobre la mesa los cómos para acometer el futuro financiamiento del SUS frente al relevante asunto de las cuotas obrero-patronales y, simultáneamente, atender el gran pendiente de la homologación del importante capitulo laboral de todos los profesionales de la salud que harían posible un SUS.

La viabilidad del SUS anticipado por la Presidenta –publicitado por la subsecretaria Gómez casi como “libre elección” de unidad médica con los riesgos de instalar una suerte de “efecto manada”– puede naufragar debido al profundo, histórico y estructural nivel de desfinanciamiento de la actual red sanitaria derivados de las neoliberales leyes IMSS/97-Issste-2007 y que en el proyecto de SUS quedan intactas: ¿dónde están los nuevos recursos para el SUS? No es, por supuesto, un proyecto tecnocrático: busca soluciones genuinas al ingente problema de una atención médica universal, pero proviene de un equipo que diseña arriba-abajo como salida única –sobrevalorando el impacto tecnológico– sobre un sector que exige mucho más conocimiento de base, lo cual puede comprometer su oportunidad y viabilidad.

* UAM