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La crítica social se reflejó en los escenarios

Visibilidad de pueblos originarios, violencia machista y reclamos de justicia fueron algunos de los temas recurrentes en las obras de este año

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Baño de uñas, de José Agustín, fue la primera obra de la temporada 2025 de la Compañía Nacional de Teatro.Foto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Domingo 28 de diciembre de 2025, p. 5

Los escenarios del teatro pusieron los reflectores en temas como la búsqueda de identidad, los esfuerzos de visibilidad de los pueblos originarios, la violencia machista y los reclamos de justicia. Además, el público gozó este año de representaciones de alta calidad en el Festival Internacional Cervantino (FIC), el fructífero desempeño de Teatro UNAM y la Muestra Nacional de Teatro. Por otro lado, el fallecimiento de Bob Wilson fue una de las grandes pérdidas que se vivió en esta disciplina.

El panorama del teatro nacional e internacional se agitó con las puestas en escena que la Compañía Nacional de Teatro (CNT) hizo con Baño de Uñas, de José Agustín, y las interpretaciones de Carmina Burana, de la agrupación Fura dels Baus, y MacBeth, del director argentino Pompeyo Audivert. También brilló el Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena fundado por María Alicia Martínez Medrano y Cristina Payán.

Asimismo, el arte dramático trascendió sus barreras con la presentación del libro El espectáculo invisible, de Luis de Tavira, y la puesta en escena El invencible verano de Liliana, escrito por la cronista Cristina Rivera Garza y protagonizado por Cecilia Suárez.

La CNT decidió iniciar su temporada con la adaptación de Baño de Uñas, de José Agustín (1944-2024), en la cual abundan el humor y la sátira con un sentido del humor oscuro, como destaca la obra de este autor.

Dirigida por Valeria Fabbri, la trama inicia el 6 de julio de 1988, el día de la “caída del sistema” electoral de México, cuando dos parejas de amigos se reúnen para un bacanal, que se convertirá en una absoluta locura en la que hasta la superstición sale a relucir. Así, la sala Héctor Mendoza, en la sede de la CNT, fue un juego de risas y tragedias para los personajes que encarnaron Georgina Arriola, Estefanía Norato, Medin Villatoro y Salvador Carmona.

En el teatro mexicano también se elevó la crítica social a nivel internacional, en específico dirigida a la violencia de género, como en la puesta en escena El invencible verano de Liliana, de Cristina Rivera Garza. La autora fue galardonada en 2024 con el Premio Pulitzer por esta novela que retrata la historia del feminicidio de su hermana, ultimada por su ex pareja cuando tenía 20 años de edad.

Liliana fue encarnada por Cecilia Suárez, quien de esta forma realizó su primer monólogo. La dramaturgia corrió a cargo de Amaranta Ontiveros y fue llevada a cabo en el Centro de Cultura Contemporánea Conde Duque, en Madrid, España.

En el lado opuesto, el teatro se hizo literatura de la mano de uno de los exponentes más importantes del país: Luis de Tavira. El espectáculo invisible es una reflexión del arte dramático a lo Juan de Mairena. Con aforismos, el primer actor logra poner en breves palabras sus impresiones a lo largo de más de 40 años de recorrido por los escenarios: “¿Qué cosa es la realidad sino un instante prolongado”, comentó el histrión en entrevista con este diario el 25 de julio pasado.

Luis de Tavira proporciona así un gran diccionario de dudas que un actor debe tener al ejercer este arte. Dividido en tres grandes apartados, el texto no es una guía, sino una confidencia de las dudas, reglas y conceptos que han pasado por la mente del autor.

El puerto de Cancún fue la sede de la edición 45 de la Muestra Nacional de Teatro. Con 29 montajes, este festival resaltó la necesidad de apuntar a las juventudes para atraerlos a las artes escénicas. Durante más de una semana, la ciudad caribeña acogió espectáculos y actividades en salas equipadas y foros alternativos.

Medio millar de creadores se dieron cita en el sitio turístico del 6 al 15 de noviembre, coincidiendo con La Feria del Libro Teatral, donde también se realizaron mesas de dramaturgia contemporánea, autores indígenas y editores.

Adiós a Bob Wilson

El fallecimiento de Bob Wilson, una de las figuras más emblemáticas del teatro mundial, acaecido el 31 de julio, fue uno de los sucesos que cimbraron al mundo del teatro. Conocido por su amplísima trayectoria, el estadunidense transformó el teatro moderno con sus magistrales empleos de los silencios y su manejo de la atmósfera. El maestro partió a los 83 años en su residencia en Nueva York.

En el ámbito de compañías internacionales, resaltó la siempre espectacular Fura dels Baus. Originada en 1970, en Cataluña, sus actuaciones son una mezcla entre el surrealismo y el circo. En esta ocasión interpretaron, en el Auditorio Nacional, la siempre espectacular Carmina Burana, de Carl Orff.

Con ágiles y rápidos movimientos, el espectáculo fue una gran reflexión sobre la libertad, comentó a La Jornada el barítono Rajiv Cerezo. Esta nueva interpretación de la pieza, creada con base en cantos gregorianos que datan de unos 700 años, fue sin duda una de las experiencias más completas de las que pudo gozar el publico.

El público del FIC disfrutó de la propuesta del dramaturgo argentino Pompeyo Audivert, quien llevó su versión unipersonal Habitación MacBeth y lo transformó en una aventura en que los objetos, la escenografía y el personaje dialogan y se mezclan entre ellos.

El teatro de la máxima casa de estudios del país presentó 77 puestas en escena, con un total de 664 funciones, y recibió a cerca 88 mil 191 espectadores. Además, realizó ocho estrenos de piezas y se llevaron a cabo homenajes a Rosario Castellanos, Hugo Hiriart y Mariana Gándara.

Los pueblos originarios también estuvieron muy activos en los escenarios nacionales. Un ejemplo es la labor realizada por el Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena (LTCI), fundado en 1983 por María Alicia Martínez y Cristina Payán.

En específico, la sede de Yucatán, donde la compañía recibió el nombramiento de patrimonio cultural inmaterial del estado, se ha enfocado en dar un espacio para la formación de actores en la zona maya, con un trabajo sistemático de cuatro años. Dirigidos por Dalia Rendón, este espacio cuenta con más de 300 actores que se rolan en variadas actividades.

Fue Juan Balam, realizada como parte del festival Otoño Cultural en la localidad de Xochén, en el municipio de Valladolid, una de las más destacadas piezas de la agrupación. El guion se basó en el cuento Juan Daríen, de Horacio Quiroga, que narra la historia de un tigre con forma humana que es maltratado y quemado, pero sobrevive y decide vengarse. Esta pieza fue dirigida por Bryant Caballero y adaptada por el dramaturgo Mauricio Kartun. La obra fue realizada en colaboración con el Colectivo Escénico El Sótano.