Indígenas sufren agresiones en el cierre de 2025
l último mes de 2025 estuvo plagado de ataques a diversos pueblos indígenas del país. Agresiones directas, asesinatos, imposición de proyectos, desplazamientos forzados, aniversarios de impunidad. El año cierra como empezó, es cierto, pero también con la resistencia incesante de los pueblos.
En este mes un grupo de choque golpeó y lanzó gas pimienta contra los comuneros que protestaron en San Francisco Tecoxpa, Milpa Alta, por la imposición de la línea 6 del Cablebús, cuya aprobación fue votada durante “una consulta simulada” entre el gobierno de la Ciudad de México y el “seudodirigente agrario” José Luis Linares Castro.
Mientras, en Veracruz, Radio Teocelo, la radio comunitaria más antigua de México, está siendo criminalizada por tribunales locales, por lo que más de 50 medios indígenas y organizaciones sociales denunciaron que partidos políticos utilizan la figura de la Violencia Política en Razón de Género para censurar y criminalizar su la labor periodística.
En 2025, advierte el Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM), hubo ataques a la autonomía, violaciones a los derechos humanos y presupuestos insuficientes para las comunidades, además de que en Michoacán prevaleció una ola de ataques armados contra los autogobiernos, así como una falta de reconocimiento a la libre autodeterminación.
POR SU PARTE, la comunidad indígena wixárika y tepehuana de San Lorenzo de Azqueltán, sufrió el asesinato de su representante agrario Marcos Aguilar Rojas, en el contexto de la defensa de su territorio. Mientras que en Oaxaca, las Mujeres Mazatecas por la Libertad luchan contra la criminalización de los y las defensoras de su río, pues pesan 200 órdenes de aprehensión en su contra.
NO SE PUEDEN dejar de mencionar dos aniversarios de la ignominia: 28 años de la masacre que dejó 45 tsotsiles asesinados en Acteal, Chiapas, sin que el Estado asuma un compromiso verdadero para romper el pacto de impunidad. Y, en Guerrero, 138 meses de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, sin que haya verdaderos avances sobre su paradero. El año cierra con el encuentro en el sureste mexicano, donde los mayas zapatistas reciben, una vez más, a representantes de la resistencia mundial.












