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Revalorización de Julián Carrillo, de lo más relevante en el ámbito musical en 2025
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▲ Integrantes de la Orquesta Monumental Metropolitana en el concierto que dieron en la Plaza de la Constitución en septiembre pasadoFoto Cristina Rodríguez
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▲ Imagen del estreno de la ópera Lady Macbeth de Mtsensk en Bellas Artes.Foto Secretaría de Cultura federal
 
Periódico La Jornada
Sábado 27 de diciembre de 2025, p. 5

El año musical en México cierra con una polémica: el “rescate” de la Leyenda de Rudel –título del mexicano Ricardo Castro con el que la Compañía Nacional de Ópera (CNO) concluyó su temporada 2025– es cuestionado porque la obra ya había sido recuperada y puesta en escena hace casi una década.

La controversia, revelada por La Jornada, enfrentó al director de orquesta Miguel Salmon del Real –quien documentó haber recuperado, editado y montado esa obra en 2014 en Michoacán– con el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical (Cenidim), responsable del trabajo académico detrás de la reciente puesta en el Palacio de Bellas Artes y que ahora, aseguró, prepara una edición crítica, “desde la fuente primaria”, para su difusión gratuita.

En términos de la música de concierto de nuestro país, 2025 fue el Año de Julián Carrillo, con motivo de la celebración del sesquicentenario de su nacimiento. Ocasión que, acorde con especialistas como el musicólogo Víctor Barrera –director del ya citado Cenidim—, daba pie para comenzar a pagar la “deuda histórica” con ese compositor, director de orquesta, violinista y teórico potosino (1875-1965).

No es que ese músico sea totalmente desconocido en el país, según el investigador y también pedagogo, sino que no se le valora como merece. “¿Cómo admirarlo, si su música no se escucha?”

A principios de diciembre, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) presentó, tras dos años de grabación, el álbum New Orchestral Music from Mexico (Nueva música orquestal de México), publicado por Mode Records.

Es el primer material discográfico dedicado a la creación sinfónica de autoras nacionales en la historia de la agrupación capitalina, que además tenía más de 20 años de no grabar un disco. Incluye obras de Ana Lara, Marcela Rodríguez, Georgina Derbez, Hilda Paredes y Andrea Chamizo.

La OFCM había sido también motivo de noticia a inicios de año al anunciar “una participación histórica de mujeres en la ejecución, la composición y la dirección” dentro de la programación del primer trimestre de su temporada anual. “En 2023 y en 2024 sólo había una directora; en 2025 tendremos a ocho dirigiendo durante 13 semanas”.

Revueltas, MOS y Villazón

Como parte de la edición integral de la música de Silvestre Revueltas, anunciada en 2024 por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) en el contexto del 125 aniversario del natalicio del autor (1899-1940), se presentó el 28 de febrero la obra para violín y piano con una mesa redonda y un concierto en el Conservatorio Nacional de Música. Este material, consistente en 15 piezas, entre las que se cuentan varias inéditas y otras poco conocidas, corresponde al segundo volumen de ese proyecto.

Tras permanecer “en el abandono” durante más de dos años, el 14 de junio se dio a conocer una nueva época para Ediciones Mexicanas de Música, uno de los proyectos culturales más significativos surgidos durante la pasada centuria en el ámbito sonoro de nuestro país.

La editorial, fundada en 1947 por el compositor Rodolfo Halffter con el propósito de impulsar la publicación de partituras de música mexicana, comenzó una nueva era luego de permanecer largo tiempo a la deriva. La iniciativa se debe a los compositores Federico Ibarra, Luis Jaime Cortez y Ana Lara.

El Centro Histórico de la Ciudad de México sonó poderoso el 28 de septiembre al transformarse en una sala de conciertos al aire libre que recibió a la Orquesta Monumental Metropolitana: más de 2 mil 600 músicos de 22 orquestas, con edades de 6 a 90 años, provenientes de las 16 alcaldías capitalinas y de municipios de Hidalgo y el estado de México.

En noviembre, el Mexico Opera Studio (MOS) se desplazó de su sede, en Monterrey, Nuevo León, para presentar por vez primera en la capital mexicana una producción operística, Paso del norte, del oaxaqueño Víctor Rasgado.

Según sus directivos, el montaje de esa obra en el Centro Nacional de las Artes no sólo fue la antesala para escenificar en el futuro un título en el Palacio de Bellas Artes, sino también un peldaño crucial en su proyecto de convertir a esa urbe neolonesa en la “capital de la ópera” de América Latina.

En octubre, el tenor mexicano Rolando Villazón debutó como director escénico en la Metropolitan Opera House (Met) con la nueva producción de La sonámbula, de Vincenzo Bellini. Villazón, quien cumplió tres décadas de carrera el 19 de noviembre, empezó a dirigir en 2010. En tanto, en enero se anunció que la compositora mexicana Gabriela Ortiz sería la “invitada especial” de la temporada en el Cargenie Hall de Nueva York.

Visitas y duelos

Este diario consignó el 26 de junio un fenómeno en el mundo de la ópera mexicana, en específico en el Palacio de Bellas Artes: el creciente interés del público, sobre todo de jóvenes, que se tradujo en el transcurso del año no sólo en llenos en casi todas las funciones, sino que las localidades se agotaran poco después de haber salido a la venta.

Fue el caso de la sinfonía coral Romeo y Julieta, de Berlioz, con la que la CNO comenzó en enero su temporada anual; pero sobre todo de Lady Macbeth de Mtsensk, de Dmitri Shostakóvich –considerado uno de los títulos fundamentales de la ópera del siglo XX–, cuyo estreno nacional en marzo significó un acontecimiento cultural. Con ella se rindió homenaje al autor ruso por su cincuentenario luctuoso.

Entre las presencias internacionales en nuestros escenarios, la más relevante, acaso, fue la de John Adams. El compositor estadunidense dirigió a finales de agosto a la Sinfónica de Minería en su Concierto para violín, además de ofrecer una clase magistral en la Facultad de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México.

También destacó el regreso del safoxonista cubano Paquito D’Rivera, quien en noviembre se presentó al lado de su quinteto en el Festival de Música de Morelia, Michoacán, y en la sala Nezahualcóyotl, en la Ciudad de México.

Otro visitante recurrente de estas tierras fue el trompetista venezolano Pacho Flores, quien a finales de septiembre participó en un concierto como solista de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes.

A finales de julio, estuvo asimismo el trompetista ruso Sergei Nakariakov, tras 30 años de su primera visita. Como la anterior ocasión, actuó como solista con la Ofunam. En tanto, la pianista china Yuja Wang se presentó el 6 de junio en el Auditorio Nacional, en su tercera visita al país.

El medio musical mexicano perdió este año a una de las figuras más comprometidas y controversiales de la dirección orquestal: Enrique Bátiz Campbell. Lo mismo repudiado que amado, el también pianista falleció a los 82 años el 30 de marzo. Asimismo, se lamentó la muerte de una de las figuras del arte lírico más admiradas de las décadas recientes: la soprano Lourdes Ambriz, quien falleció el 28 de agosto a los 64 años.