El gobierno de Jerí descarta allanamiento
Triplican el número de policías en los alrededores de la sede // La asilada renuncia al partido de Pedro Castillo
Viernes 26 de diciembre de 2025, p. 5
Lima. El gobierno del presidente de facto de Perú, José Jerí, reforzó ayer la vigilancia policial en los alrededores de la embajada de México en Lima para impedir un posible escape de Betssy Chávez, asilada en esa sede diplomática desde noviembre y quien fue primera ministra del depuesto y encarcelado presidente Pedro Castillo.
El comandante general de la Policía Nacional, general Óscar Arriola, dijo que el número de agentes apostados en todos los accesos a la embajada en el distrito de San Isidro, en Lima, se ha “duplicado e incluso triplicado” en días recientes por el riesgo de que se aprovechen las celebraciones navideñas para intentar una fuga. La operación policiaca fue reforzada la madrugada del 25 de diciembre y se mantiene un despliegue constante de policías.
Chávez, quien en noviembre fue sentenciada a 11 años, cinco meses y 15 días de prisión por acusaciones de conspiración para una rebelión –con el ex presidente Castillo y otros colaboradores–, permanece refugiada en la embajada porque el gobierno de México le concedió asilo diplomático y el Estado peruano aún no le da el salvoconducto que le permitiría salir del país sin ser detenida.
La víspera se supo que Chávez renunció al partido Todo con el Pueblo, relacionado con Castillo y que forma la alianza Juntos por el Perú, en carrera para las elecciones de 2026. En una carta, adujo que su decisión responde a “razones personales, vinculadas a una lectura política responsable y a la coherencia con mis principios y valores democráticos”.
La madre de Chávez, Herminia Chino, fue inscrita como candidata al Senado por el partido Podemos Perú. Su campaña fue presentada en un contexto de alianzas entre ex integrantes del entorno político de Castillo y otras facciones de la izquierda peruana.
El abogado de Chávez, Raúl Noblecilla, quien difundió la carta de dimisión en redes sociales, afirmó que la ex ministra asilada “se mantendrá firme en el camino por la recuperación de la patria en paz y justicia social” y que saludaba la candidatura de su madre al Senado.
El caso de Chávez ha generado tensiones entre Perú y México desde noviembre, cuando las autoridades mexicanas concedieron el asilo. Perú rompió relaciones diplomáticas en noviembre pasado en respuesta a la decisión de conceder esa protección a Chávez, lo que ha marcado una de las más graves crisis diplomáticas entre ambas naciones en décadas.
Funcionarios peruanos han reiterado que respetarán la inmunidad diplomática de la embajada mexicana y descartaron ingresar por la fuerza al recinto para detener a Chávez. Niegan un episodio similar al ocurrido en la embajada de México en Ecuador en 2024, cuando fue secuestrado el ex vicepresidente Jorge Glas, a quien México otorgó asilo diplomático. Sin embargo, el asunto sigue siendo una fuente de fricciones políticas internas y externas.












